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Bush comparte rancho con los soldados en Virginia. / REUTERS
La Casa Blanca desdice a Bush y asegura que Bagdad no cumple los objetivos
situación de irak

La Casa Blanca desdice a Bush y asegura que Bagdad no cumple los objetivos

El presidente asegura que ha mejorado la seguridad, lo que permitirá la vuelta de 5.700 soldados para Navidad La prensa americana afirma que el líder republicano «rechaza reconocer la verdad de su fracaso en Irak»

PEDRO RODRÍGUEZ

Sábado, 15 de septiembre 2007, 12:18

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La Casa Blanca volvió ayer a informar sobre la falta de avances positivos en los 18 objetivos marcados por el Congreso de Estados Unidos como condición para seguir financiando la factura bélica de Irak. A pesar de que el presidente George W. Bush reiteró la existencia de una serie de mejoras en seguridad, el informe remitido ayer al Legislativo federal indica que el Gobierno de Al-Maliki sigue arrastrando los pies a la hora de cumplir con este baremo económico, político y de orden público.

En este nuevo estudio, la Administración Bush mantiene que el Ejecutivo de Bagdad solamente ha avanzado en el objetivo de integrar a los miembros del Partido Baas en puestos gubernamentales. La formación política del ejecutado Sadam Hussein fue desarticulada hace cuatro años pero la marginación de sus militantes se ha convertido en un escollo para la reconciliación nacional de Irak.

La calificación positiva en este punto se basa en un pacto alcanzado el mes pasado entre diferentes líderes, con el precedente de acuerdos similares anunciados pero nunca puestos en práctica.

El análisis de 28 páginas indica que el Gobierno de Bagdad solamente está realizando progresos satisfactorios en nueve de los 18 objetivos asignados por el Congreso. Para explicar estos contabilizados incumplimientos, la Casa Blanca recalca que únicamente han transcurrido 58 días entre el informe entregado ayer y la versión anterior de julio. Un espacio de tiempo muy limitado para lograr progresos tangibles, según indicó el portavoz presidencial Tony Snow.

El ejemplo de Anbar

Con todo, la Casa Blanca destaca la existencia de pasos relevantes en Irak como la aprobación de un presupuesto nacional y un principio de acuerdo para repartir equitativamente los beneficios de las exportaciones petroleras. Además de insistir en la esperanza de que el entendimiento logrado en zonas como la provincia de Anbar termine por contagiarse a otras partes del país y sirva de ejemplo para Bagdad.

En otro informe separado publicado ayer, el Departamento de Estado llega a la conclusión de que la libertad religiosa se ha deteriorado gravemente durante el año pasado en el país árabe, con una ofensiva de violencia especialmente dirigida hacia personas con inclinaciones seculares o determinadas creencias religiosas, incluso más allá de la tradicional rivalidad entre musulmanes suníes y chiíes.

Bush, que ayer visitó una base de los marines a las afueras de Washington, volvió a insistir en que los sacrificios realizados en Irak no son inútiles. Según el mandatario, la esperanzadora realidad es que existe «un montón» de valor y compromiso entre los iraquíes a pesar de la falta de avance en los objetivos marcados por el Congreso. Este punto de vista fue coreado por el vicepresidente Dick Cheney al insistir también ayer en que los refuerzos enviados a Irak han logrado «resultados sólidos en un periodo de tiempo relativamente corto».

En esta semana crítica para el pulso político en Washington sobre la guerra de Irak, Bush anunció por primera vez una retirada militar limitada y condicional, empezando con la repatriación de un contingente de 5.700 efectivos para antes de Navidad. Según recalcó el presidente, todas sus decisiones sobre niveles de tropas van a estar sometidas al principio de «retorno en función del éxito».

Sin «victoria»

Los principales diarios de EE UU realizaban ayer un amplio análisis del discurso del inquilino de la Casa Blanca, del que destacaba el cambio de tono y la ausencia, por primera vez, de la palabra «victoria». Los periódicos también resaltaban que, a diferencia de otras ocasiones, el presidente se dirigió con sus comentarios a tres audiencias distintas: a los estadounidenses, a los líderes iraquíes y a los insurgentes del país árabe, en tanto que otros critican la tibia retirada.

Uno de los más severos fue 'The New York Times'que, en un editorial titulado «Sin salida, sin estrategia», aseguraba que el mandatario estadounidense «rechaza reconocer la verdad de su fracaso en Irak, y visualiza un compromiso militar sin final». El diario reseñaba, asimismo, que el discurso no resolvió las incógnitas que quedan por responder, como cuál es verdaderamente la misión en Irak, y cuánto durará la presencia en el país árabe.

Y 'The Washington Post', en su editorial, ponía en evidencia la incapacidad de Bush para reconocer que, según los objetivos marcados en enero, el incremento de tropas decidido entonces ha fallado, porque los líderes iraquíes no han cumplido con lo previsto.

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