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Ibarretxe sube al estrado para iniciar su discurso. / Telepress.
Ibarretxe dice que "iniciamos un camino sin retorno y vamos a decidir nuestro futuro"
el lehendakari fija en el 25 de octubre del 2008 la celebración de su consulta

Ibarretxe dice que "iniciamos un camino sin retorno y vamos a decidir nuestro futuro"

El anuncio del lehendakari supone no agotar la presente legislatura e incumplir su propia condición de "ausencia de violencia"

AGENCIAS l

Sábado, 29 de septiembre 2007, 01:07

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El lehendakari, Juan José Ibarretxe, aseguró, en su turno de réplica a los grupos en el debate de política general en el Parlamento vasco, que con la propuesta que ha realizado hoy para celebrar una consulta popular el próximo año "iniciamos un camino sin retorno" en el que "vamos a decidir el futuro en paz". Ibarretxe anunciaba en su intervención de esta mañana que convocará una consulta popular el 25 de octubre de 2008, fecha del aniversario del Estatuto de Gernika.

Ibarretxe ha defendido la convocatoria de la consulta como "lo más bonito que se puede hacer en democracia participativa". En ese sentido, ha dicho para un ciudadano "no hay bien más precioso que su palabra sea tenida en cuenta" y para un lehendakari "no hay nada en política comparable a dar la palabra a su pueblo".

Asimismo, ha pedido a los grupos que han criticado esta consulta que digan a la sociedad vasca que no quieren que se le consulte y se ha preguntado si lo que pasa es que "tienen miedo" a que tras una primera consulta la sociedad vasca "siga dando pasos". Además, ha rechazado acusaciones hechas contra su propuesta como "autodeterminista" o "ultranacionalista", porque "abrir la puerta a la sociedad no es nacionalismo", sino que se trata de una "idea pre-política y democrática".

A la portavoz del PCTV-EHAK, Nekane Erauskin, como "representante del MLNV", le ha transmitido su preocupación por el hecho de que ese mundo "pueda volver a las andadas" al criticar que la consulta se circunscriba a la Comunidad autónoma vasca. En ese sentido, Ibarretxe ve el riesgo de que el denominado Movimiento de Liberación Nacional Vasco ya no reconozca, como hizo Batasuna en Anoeta, que existen tres ámbitos jurídico políticos de partida, en referencia a la Comunidad autónoma Vasca, Navarra y el país vasco-francés, que tendrán su "propia dinámica y con reflexiones diferentes".

Además, ha adocusó a los "populares" de haber utilizado su turno para "abrir la campaña de las elecciones" generales, porque para lograr ganarlas "se envuelve permanentemente en las víctimas, en la violencia de ETA y en la bandera española". También fue muy crítico con Patxi López, del PSE-EE, a quien ha reprochado que hubiera citado al presidente del PNV, Josu Jon Imaz, para argumentar diferentes posiciones con él en torno a la consulta.

Hoja de ruta

Por la mañana, Ibarretxe ha expuesto su "hoja de ruta" al finalizar su discurso en el debate de Política general, con el que el Parlamento vasco inicia el nuevo curso político. En su anuncio, el lehendakari aseguró que "no estamos ante un problema jurídico, sino de voluntad política" y añadió que su propuesta es para "canalizar la solución del conflicto". Ibarretxe ha afirmado que realizará esa consulta haya antes acuerdo o no con el Gobierno español, y adelantó que ocurra lo que ocurra tras la consulta convocará inmediatamente elecciones autonómicas.

El primer paso de su "hoja de ruta" es una oferta al presidente del Gobierno español para alcanzar un "pacto político entre Euskadi y España sobre dos principios: el primero, el principio ético de rechazo a la violencia y el compromiso de la sociedad vasca con las vías única y exclusivamente políticas y democráticas". El segundo sería "el principio democrático de respeto a la voluntad de la sociedad vasca y el compromiso de incorporar este reconocimiento y su ejercicio en el ordenamiento jurídico".

El segundo paso se daría en el Parlamento vasco, con la celebración de un pleno en junio del próximo año para ratificar ese hipotético acuerdo con el Gobierno español, basado en el "rechazo a la violencia" y en el "respeto a la voluntad de la sociedad vasca" para decidir su futuro, y para que autorice la realización de la consulta para la ratificación del pacto. En el caso de que no se llegara a ese acuerdo, pedirá al Parlamento que autorice la convocatoria de una "consulta habilitadora que traslade un mandato imperativo a todas las partes".

Disolución de la cámara

Ibarretxe anunció que si el Parlamento no ratifica el supuesto acuerdo con el Estado o no autoriza la convocatoria de la consulta, disolverá la Cámara y convocará elecciones en otoño del próximo año. Así, la consulta podría ser para ratificar el hipotético pacto con el Gobierno o, si no hay pacto, una consulta "habilitadora" para dar un mandato a fin de abrir un proceso de diálogo.

Este "mandato" que saldría de la consulta iría dirigido, por un lado, al Gobierno español y a ETA para que "inicien un proceso de diálogo con el objetivo de lograr el fin definitivo de la violencia, siempre que ETA manifieste previamente su voluntad inequívoca de abandonar el terrorismo". El mandato también iría dirigido a las fuerzas políticas vascas, "sin exclusiones", para que iniciaran un proceso de negociación "con el objetivo de alcanzar un acuerdo de normalización política sobre el ejercicio del derecho a decidir del pueblo vasco y sobre el marco de relaciones que deseamos mantener, internas y externas".

Reconoció que en este segundo caso, sin pacto con el Estado, la consulta, sobre la que no dio a conocer la pregunta concreta al estar pendiente de si hay un acuerdo previo con el Estado o no, "no será jurídicamente vinculante", aunque tendrá "indudable validez política, social y democrática". También anunció que, en cualquier caso, "sea cual sea el resultado de la consulta, mi compromiso es disolver posteriormente la Cámara y convocar elecciones".

Segundo referéndum

Todo este proceso llevaría a un segundo referéndum "resolutivo" en el segundo semestre de 2010. Antes de la celebración de este segundo referéndum, ETA estaría "obligada por decisión popular a realizar una manifestación inequívoca, creíble y demostrable de su voluntad para poner fin a la lucha armada", por lo que abriría una mesa de diálogo con el Gobierno.

Por otro lado, los partidos vascos, "sin exclusiones", se comprometerían a "poner en marcha una mesa de negociación política para alcanzar en un plazo fijado un acuerdo sobre el derecho a decidir del pueblo vasco y las relaciones de territorialidad". Este acuerdo sobre el derecho a decidir, la territorialidad y todas las cuestiones que determinaran los partidos serían el objeto de ese segundo referéndum.

Ibarretxe reconoció que el proceso tendrá "dificultades" y que "podemos tener la tentación de defraudar la esperanza de la sociedad vasca y volver a 'caminar en espiral', porque en el fondo es más difícil construir la paz que hacer la guerra", es "más difícil lograr acuerdos que atrincherarse en las 'razones de Estado'".

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