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SERGIO LLAMAS
Miércoles, 24 de octubre 2007, 04:38
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Balmaseda superó ayer gracias al calor del carbón las constantes lluvias que amenazaron con ahogarle el día grande de las fiestas de San Severino. Precipitaciones que, por otro lado, no consiguieron mermar la afluencia de público. En total, diez mil personas se acercaron hasta la ...
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