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Anthony Goicolea, junto al poste encartelado. / JOSÉ RAMÓN LADRA
«EE UU no me deja entrar en Cuba con cosas de arte»
ANTHONY GOICOLEA, ARTISTA

«EE UU no me deja entrar en Cuba con cosas de arte»

El creador de ascendencia cubana, presente en Arco, profana el álbum familiar para indagar en sus orígenes

J. A. GONZÁLEZ CARRERA g.carrera@diario-elcorreo.com

Sábado, 16 de febrero 2008, 03:20

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La conexión con su ascendencia vasca se quedó en Cuba, cuando sus abuelos decidieron emigrar a EE UU y se rompieron las relaciones con la gente que dejaron atrás, dadas las desavenencias insoslayables entre los dos países y el natural efecto de la distancia; Anthony Goicolea (Atlanta, 1971) sólo sabe que el apellido procede de su bisabuelo paterno, pero no conoce siquiera cómo se llamaba, ni cuándo llegó a la isla; quizá fue con la guerra perdida por España; quizá lo hizo después, en las primeras décadas del XX, en busca de fortuna, como tantos otros...

«Sé que Goicolea se refiere a alguien que hace cosas en lo alto de un monte, o algo así», comenta del apellido este artista afincado en Nueva York y que está en Arco enrolado con la galería Aurel Scheibler, de Berlín, en la sección Solo Projects (Proyectos individuales). Su trabajo ya lo había introducido antes en España la galería Luis Adelantado; ahora, la sala alemana que le viene a representar para Europa le dedica todo el stand en el segundo piso del pabellón catorce del ferial madrileño, donde se presenta lo más juvenil y arriesgado.

Un poste de madera como los antiguos de la luz eléctrica marca el lugar; sobre él aparecen pegadas aparentes fotos de personas reales, a las que se diría que se busca, todas en un desvaído blanco y negro.

Resulta que una parte importante del trabajo de orden conceptual de Goicolea consiste en escenificar una especie de indagación acerca del pasado, el suyo propio y el de su familia. Dos paredes aparecen también cubiertas de imágenes similares; el poste se vendía el otro día al Museo de Arte Contemporànero de Louisville, en Kentucky (EE UU), lo que da una idea del tirón que tiene este joven artista en su país.

Habla castellano como un norteamericano, pero lo habla, aunque lo entiende mejor.

-Usted es de ascendencia vasca arraigada en Cuba; ¿qué sabe de ello?

-Procede de mi bisabuelo, pero no estoy seguro de mis orígenes; mi familia guarda bastantes fotos del pasado allí, pero en realidad sabemos poco. Así que yo estudio esas fotos y las utilizo para mi obra. Hago dibujos basados en ellas; luego hago fotos de los dibujos que trato por ordenador y las coloco en lugares concretos, como si buscara a las personas de verdad. Todo es un poco falso; este trabajo versa sobre la mitificación de los orígenes, los antepasados y todo eso.

-Entonces, realmente le importa poco, quiere romper el mito.

-No. Es que yo tengo versiones diferentes sobre ellos, depende de qué miembro de la familia hable; eso es lo que resulta una especie de mitificación. Yo quiero llegar a conocer qué es lo real, pero al mismo tiempo construyo mi propia mitología.

-¿Cuál era el nombre de pila de su bisabuelo?

-No lo sé. Yo cuando era un niño hablé de todo esto con mi abuela; me contó muchas cosas, pero recuerdo pocas. No ha habido manera de saber sobre él.

-¿Todo esto que hace sobre sus antepasados le sirve de algo?

-Sí. Cuando era un niño, me fascinaba ver las fotos familiares; me producía un sentimiento de nostalgia, aunque ni siquiera hubiera conocido a aquellas personas. Luego, en mi trabajo con las imágenes tomo una distancia.

-¿Sabe de qué parte del País Vasco procede su apellido?

-No, no lo sé. La mayoría de mi familia es de Cuba y conozco mejor esos orígenes, pero yo ni siquiera conozco Cuba; sólo por lo que me han contado.

-Parece que está cerca de experimentar un cambio político importante; ¿no piensa conocerla?

-El cambio es inevitable, pero quiero conocerla antes de que lo haga. He escrito a la Embajada de EE UU en La Habana para saber si puedo ir, pero no me dejan entrar en el país con cosas de arte y así, sólo por asuntos religiosos. La Administración Bush no deja ir allí a ningún estadounidense. No sé qué hacer. Quizá lo intente a través de México o Canadá.

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