«Mi sueño es correr en la Formula 1»

Si Michael Schumacher comenzó su carrera deportiva conduciendo un kart cuando era un niño y ha conseguido llegar a ser siete veces campeón del mundo, Igor Urien sigue sus pasos y aspira a llegar a lo más alto del podio. «Mi sueño es correr en la Fórmula 1», asegura a sus 13 años este incondicional admirador del piloto alemán ya retirado de los circuitos y de la escudería Ferrari.

El joven abadiñarra ha demostrado que se siente muy cómodo a bordo de un kart y empieza a despuntar en la categoría KF3 en la que corre. En su incipiente palmarés cuenta ya con el primer puesto del campeonato cántabro, la copa Masquekarting de Villarcayo, además de un puesto 38 en el Campeonato de España, durante su primer año de competición.

Urien, que estudia segundo curso de la ESO en Abadiño, ha comenzado con buen pie la temporada. Como los grandes campeones, el joven piloto ya se vistió un buzo para subirse a un kart con tan sólo cinco años. «Nos fuimos a Cambrils de vacaciones y como hacía mal tiempo nos trasladamos a un karting y allí es donde me piqué. Desde entonces ya sólo he querido conducir un kart», recuerda este joven, a quien la pasión le viene de familia. No en vano su padre, mecánico de profesión, es un gran aficionado del motor.

Tras su primer contacto con el motor en Cataluña, un año después le regalaron su primer kart y empezó a entrenar en el circuito de Gueñes. «He dado muchas vueltas en los circuitos. Pero no es sólo cuestión de prepararse, ya que también se necesita dinero para competir», comenta el miembro de la recién creada agrupación Abadiño Karting Taldea.

Consciente de las dificultades que le supone esta práctica en la comunidad vasca, con escasas infraestruturas a diferencia de Cataluña, él está dispuesto a seguir luchando con el apoyo tanto de sus padres como el de la «mucha afición al motor que hay en Abadiño».

De momento este año le espera un calendario repleto de citas como el Campeonato de Cataluña, Castilla León, Aragón y el de España, que se celebrará sobre el mes de junio o julio. «Cuando salgo en una carrera no pienso en nada. Solamente voy a por el que tengo delante y si voy primero, trato de que no se acerque ninguno. Es necesaria mucha concentración», añade este joven disciplinado. «Lo más duro -lamenta- suele ser correr un domingo y volver a casa. Además, a veces después de cuatro días trabajando duro, por un pequeño golpe, adiós a la carrera», explica el joven que tiene en sus padres su mayor apoyo.