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JOSÉ DOMÍNGUEZ
Miércoles, 9 de abril 2008, 04:52
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Las zonas oscuras y apartadas son las mejores aliadas de atracadores y violadores. Aunque en Portugalete ninguna de estas prácticas delictivas estén a la orden del día, el Ayuntamiento encargó un exhaustivo estudio para determinar los puntos de mayor riesgo para la mujer y tomar las medidas preventivas necesarias. El trabajo de campo, realizado por 25 vecinas, señala como áreas más inseguras el entorno de la estación de tren y la basílica de Santa María, los túneles y los parques. Aumentar la presencia policial y mejorar la iluminación serán las prioridades de las concejalías municipales implicadas.
El primer diagnóstico urbano que desde la perspectiva de género se efectúa en la villa jarrillera buscaba obtener una panorámica de la localidad en cuanto a las necesidades de las mujeres. Las participantes han colaborado con su conocimiento de los barrios y la realización de entrevistas a otras vecinas, e incluso aportaron fotografías y vídeos. En base a su labor se han elaborado cinco mapas de seguridad, movilidad, accesibilidad, representación simbólica y servicios. Todos se colgarán en la web municipal para fomentar su difusión.
«Las mujeres nos han mostrado sus sensaciones, aunque en algunos casos no se ajusten a la realidad», puntualizó el alcalde, Mikel Cabieces. A su juicio, es «normal» que un parque por la noche haga temer algún riesgo, aunque los informes policiales demuestren que «no es así y, salvo excepciones, no se producen robos ni agresiones». «Trabajaremos mucho en el campo de la información a los vecinos para tranquilizarlos y que pierdan esos miedos», resaltó.
En el caso de los túneles, Cabieces se comprometió a estudiar la situación del de Peñota. Otros, como el de Simón Bolívar, «están perfectamente iluminados». En cualquier caso, en todos los puntos se aumentará la presencia periódica de la guardia urbana.
Concienciación popular
La concejal de Bienestar Social, Dolores Ciordia, explicó que el estudio fue promovido por la comisión local de Igualdad, integrada por concejales, técnicos municipales y asociaciones ciudadanas. Cuenta además con la colaboración de Emakunde. «Con este trabajo queremos concienciar a la población de la importancia que tienen para la vida de la mujer las decisiones en materia urbanística y de seguridad», subrayó la edil.
El diagnóstico también revela problemas de accesibilidad como rampas resbaladizas o aceras estrechas que dificultan el paso de carros y coches de niños. Asimismo, se ha detectado alguna carencia en transportes o la escasa representación femenina en los nombres de las calles.
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