El Gobierno pierde la paridad en sus cargos más bajos y menos visibles

La paridad parecer tener un límite. La decisión ejemplarizante de José Luis Rodríguez Zapatero de formar un gabinete con más mujeres que hombres queda rebajada ya en los segundos niveles, en los que los criterios de la Ley de Igualdad se cumplen por los pelos. Exactamente el 40% de las nuevas secretarías de Estado están en manos de mujeres: diez de veintiséis.

Pero en los siguientes escalones del Ejecutivo, menos visibles y también menos sujetos al escrutinio público, la presencia de varones es sustancialmente más numerosa. En las dos tandas de nombramientos realizadas hasta la fecha por el Consejo de Ministros, los hombres ganan por goleada en subsecretarías, direcciones y subdirecciones generales, secretarías generales y direcciones de gabinete. Sólo quince mujeres han sido nombradas para 57 de esos puestos.

Es paradójico el caso del Ministerio de Defensa. La llegada de Carme Chacón coincide con la salida de la directora general de Relaciones Institucionales de la Defensa, Celia Abenza, y de la secretaria general del Instituto Social de las Fuerzas Armadas, Carmen Briones. Ambas han sido sustituidas por hombres. En el organigrama, de hecho, sólo queda una mujer, la subsecretaria María Victoria San José.

En todo caso, el número de mujeres al frente de secretarías de Estado se ha duplicado respecto a la anterior legislatura. Cuatro de las que ocuparon entonces ese cargo continúan: Leire Pajín en Cooperación, Consuelo Rumí en Inmigración, Amparo Valcarce en Política Social y Trinidad Jiménez en Iberoamérica. A ellas se les suman Josefina Cruz en Infraestructuras, Eva Almunia en Educación, Silvia Iranzo en Comercio, Teresa Ribera en Cambio Climático, Nieves Goicoechea en Comunicación y Mercedes Elvira en Administraciones Pública.