«Los vivos nos dan más trabajo que los muertos»

En los tiempos que corren, la ciudadanía puede llegar a confundirse con la audiencia, con quienes, por ejemplo, frecuentan los lunes por la noche la serie 'CSI' de Telecinco, plagada de forenses. Esa función en España es distinta, porque, los forenses no son policías, sino doctores, que practican medicina legal. Marian Solana pertenece a ese cuerpo de la Justicia.

-Su especialidad es la medicina forense clínica; clínica, pero sin ingresos.

-No. Nosotros valoramos lesiones de accidentes de tráfico, casuales, de violencia doméstica, familiar...

-Familiar y doméstica. ¿No es lo mismo?

-A nosotros, o al menos a mí, me cuesta diferenciar las violencias. La valoración de si una lesión es merecedora de mayor o menor castigo no nos corresponde. Es cosa del fiscal y del juez. Las diferencias se ven en la lesión psiquiátrica. Mi especialidad es trauma...

-¿Traumatología?

-Sí, y la fractura es idéntica independientemente de cómo se haya producido.

-¿Cuántos médicos están en este servicio?

-Unos 30 en Bilbao.

-Son médicos que no curan.

-Algunos sí, aunque nuestra función no es asistencial. Es distinto y cumplimos otra función.

-¿Qué vocación es esa de no curar?

-Lo mío fue una peregrinación, aunque nunca fue mi último recurso. Al acabar la carrera, había muchos licenciados y pocas plazas. Empecé como médico de empresa, una medicina asistencial hasta cierto punto, porque siempre se deriva al enfermo a otro médico.

-¿Por qué le gusta ser forense?

-Porque es distinto. La responsabilidad del tratamiento no es nuestra pero...

-...pero sí la valoración del daño, ¿no?

-Sí, la sociedad ha avanzado en la demanda de la salud como un bien importante. Logrado lo básico -la alimentación, el techo-, se solicita lo secundario: la cultura, y la calidad de vida. Y en esa estabilización, que decimos nosotros, se trata de lograr la calidad de vida que tenían antes.

-¿Estabilización es curarse?

-O casi curarse, es alcanzar lo mayor con la lesión sufrida. Es borrar la circunstancia que ha producido el daño. Y seguir adelante.

-¿La indemnización depende del diagnóstico que ustedes hacen?

-Depende de las lesiones provocadas. Hoy las mayores indemnizaciones son las derivadas de los accidentes de tráfico.

-¿Y eso?

-Porque está garantizada la indemnización.

-¿Cuándo no lo está?

-En las agresiones, cuando hay responsabilidad civil, cuando es de persona a persona. El agresor tiene una responsabilidad civil, que le lleva a la cárcel, y una civil que le obiga a indemnizar a la víctima. No está garantizada la indemnización porque suelen ser casos de insolvencia.

Pocos simuladores

-Quien tiene un seguro de responsabilidad a terceros no anda por la vida pegándose.

-No es frecuente, aunque las pasiones, la pérdida de papeles, con tensión emocional y descarga de adrenalina, la puede sufrir cualquiera.

-¿Suelen querer engañarles diciendo que sufren lo que no sufren?

-No se ven muchas simulaciones.

-¿El objetivo de quien ha tenido un accidentes es siempre obtener la mayor indemnización?

-No. Hay de todo. Nosotros estamos en una situación especial porque la relación de confianza entre médico y paciente de la medicina asistencial no se establece con nosotros.

-Ustedes son el enemigo.

-En momentos, sí. Depende de si la evolución es larga y de lo que les digan de fuera. Suelen explicarse exagerando la repercusión, no el dolor. Pueden decir que jugaban al frontón cuatro días a la semana y que ya solamente van una vez al mes. Yo creo que no pueda jugar más de una vez al mes, pero quizá no que antes jugara cuatro veces a la semana.

-¿Cuándo se vieron las primeras demandas contra la Administración?

-Cosa de ocho o diez años. Eran raras y siempre por lesiones importantes y, además, no se sentían arropados por la medicina asistencial a que les habían derivado, o consideraban que se la retiraban demasiado pronto de acuerdo con la lesión...

-¿Cuando se actúa con racanería?

-Cuando el paciente lo percibe así, aunque no sea cierto. Esas percepciones pueden venir provocadas por la compañía de seguros, porque hay una gran demanda.

-O sea que antes el paseante se quedaba cojo y no denunciaba al Ayuntamiento .

-Sí le importaba, pero ahora todo se considera de juzgado de guardia.

-¿Eso es bueno o malo?

-No es bueno.

-O sea que es malo.

-Tampoco. Se usa al juez en conflictos que necesitarían una intervención más directa, que podrían resolverse entre vecinos.

-¿Ustedes hacen autopsias?

-Yo no las hago. Solamente se hacen en casos de violencia o muerte no certificada. A nosotros nos dan más trabajo los vivos que los muertos.

l.m.odriozola@diario-elcorreo.com