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Los daños causados en la casa cuartel de Legutiano han sido cuantiosos. / Blanca Castillo | Vídeo: Atlas
Los Príncipes de Asturias asistirán mañana al funeral en memoria del guardia civil asesinado por ETA
furgoneta-bomba

Los Príncipes de Asturias asistirán mañana al funeral en memoria del guardia civil asesinado por ETA

ÓSCAR B. DE OTÁLORA

Jueves, 15 de mayo 2008, 01:20

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Un guardia civil ha fallecido y otros cuatro han resultado heridos -dos hombres y dos mujeres- tras el atentado perpetrado por la banda terrorista ETA durante la madrugada de hoy contra la casa cuartel de la Guardia Civil en Legutiano, en Álava. Una furgoneta-bomba hizo explosión sin previo aviso minutos antes de las 3 de la madrugada junto al edificio de la Guardia Civil, que quedó parcialmente derruido. [Imágenes] [Vídeo]

Los autores del atentado aparcaron el vehículo -una Citroën Berlingo con matrícula 5945FMC- a unos cinco metros de las instalaciones de la Guardia Civil, en la carretera N-240 que pasa junto al perímetro de seguridad, han informado fuentes de la lucha antiterrorista. Comprobando los destrozos causados y la situación del vehículo, los terroristas habrían utilizado más de 100 kilos de explosivos.

Según las primeras investigaciones, el método usado por los terroristas ha sido similar al atentado de Durango del pasado agosto contra otra casa cuartel: han llegado al lugar, se han bajado del vehículo y han dejado el coche con los explosivos, lo han activado y han huido en otro. En Durango se usaron 35 kilos de explosivos, y esta vez se supone que la cantidad ha sido alta por los grandes desperfectos causados.

En el lugar de la explosión se ha producido un cráter de varios metros y apenas hay restos de la furgoneta empleada en el atentado. Equipos de investigación han encontrado restos del motor en las proximidades del monte, a más de cien metros. Varios edificios próximos, principalmente chalés que se encuentran al otro lado de la carretera, han quedado también dañados.

Casado y con un hijo

El guardia civil fallecido era Juan Manuel Piñuel Villalón [Biografía], nacido el 20 de enero de 1967 en Melilla, estaba casado y tenía un hijo. El agente se encontraba en el pequeño edificio de vigilancia anexo a la casa cuartel, que ha quedado derruido por la explosión, al igual que la garita que se encontraba al lado. Piñuel llevaba dos meses destinado en la localidad alavesa, adonde se había desplazado desde su domicilio, en Málaga, para conseguir la preferencia que le permitiera volver a su lugar de origen. El juez de guardia ha procedido a las ocho menos diez de la mañana al levantamiento del cadáver.

Además, la explosión ha producido en un primer momento un desaparecido, el sargento del cuartel, que ha sido rescatado con vida de entre los escombros dos horas después, sobre las cinco de la mañana. Según las primeras informaciones, su estado era grave, pero el parte médico ofrecido a primera hora descarta que su vida corra peligro. [Estado de los heridos]

Asimismo, ha habido otros tres heridos, también agentes, dos mujeres y un hombre, que han sido trasladados a los hospitales de Santiago y Txagorritxu, en Vitoria, con heridas en las piernas y en el abdomen. En principio no se teme por la vida de los cuatro, cuyas edades están comprendidas entre los 41 y 35 años. Una de las mujeres heridas y evacuada al hospital de Txagorritxu ya ha sido dada de alta.

Pasamontañas

El miembro de ETA que aparcó la furgoneta-bomba cubrió su rostro con un pasamontañas que luego ha sido recuperado en el coche que utilizó el comando para huir, han informado fuentes de la investigación. Este segundo coche, un Peugeot 306, fue robado el 14 de abril en Berango y escondido durante un mes en algún garaje o local de la infraestructura que tiene el 'comando Vizcaya'.

Los terroristas utilizaron hoy tres vehículos para cometer el atentado. La furgoneta Citroen Berlingo, cargada una importante cantidad de explosivos, tenía las placas de matrículas dobladas. El amasijo de hierros en que quedó reducida tras la explosión ha impedido por el momento determinar dónde y cuándo fue sustraída.

El segundo vehículo es un Peugeot 306, utilizado para huir del lugar del crimen y que fue encontrado por la Ertzaintza una hora después en una pista forestal del Monte de Urkiola, en Vizcaya. Los terroristas lo habían abandonado con una garrafa de gasolina y una botella adosada, a las que habían sumado un dispositivo de iniciación para provocar su incendio. Sin embargo, el dispositivo falló y los ertzainas encontraron el vehículo intacto.

El Laboratorio de Criminalística de la Guardia Civil inspecciona minuciosamente el coche en busca de huellas y restos de ADN que permitan identificar a los autores del atentado. Los hallazgos de pasamontañas ya han resultado fundamentales en otras investigaciones por terrorismo y 'kale borroka' ya que suelen guardar restos de saliva de la persona que los ha utilizado y de ahí se puede obtener una muestra de ADN.

Los etarras se arriesgaron a desplazar el Peugeot 306 desde su escondite hasta el lugar del atentado, a pesar de que es un coche cuyo robo había sido denunciado, sin preocuparse por doblar las placas de matrícula. Los investigadores creen que probablemente confiaron en que la noche les facilitaría un desplazamiento discreto y que utilizaron un tercer coche como vehículo 'lanzadera' que les pudiera prevenir de cualquier presencia policial. Este tercer vehículo fue el utilizado para continuar la huida tras abandonar el Peugeot en el Monte Urkiola.

Las cámaras de vigilancia del cuartel que no han resultado dañadas han podido captar algunas de las escenas del atentado, han precisado las fuentes consultadas. Un terrorista aparcó la furgoneta-bomba, activó un temporizador con una cuenta atrás que podría no alcanzar el minuto y corrió al Peugeot 306, donde le esperaba, al menos, otro etarra.

Asimismo, el juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz ha abierto diligencias previas para investigar el atentado. El titular del Juzgado de Instrucción número 1, que también investiga otras acciones terroristas de ETA como el atentado que se registró el 30 de diciembre de 2006 en la Terminal-4 del aeropuerto de Barajas, se encargará de la instrucción de los hechos de Legutiano al encontrarse de guardia durante esta semana.

29 personas desalojadas

En el momento de de la explosión, 29 personas, entre ellas cinco niños, se encontraban en interior del cuartel. El sobresalto de los agentes y sus familias y el dolor al conocer el asesinato de uno de sus compañeros ha marcado el inicio de su particular 'día negro'. Las autoridades se han desplazado al lugar para visitar a los afectados. La Cruz Roja ha enviado, además, a cuatro psicólogos que están atendiendo a los habitantes de la casa cuartel, de forma especial a los familiares de las víctimas.

El jefe del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha condenado en el Congreso el "cobarde, miserable y criminal" atentado etarra y ha subrayado que quienes luchan contra el terrorismo serán "más fuertes" si los políticos "estamos unidos" y ETA estará "mucho más débil" y su final "más cerca". En sus primeras manifestaciones sobre el atentado, Zapatero ha asegurado que "el peso de la Ley, la Justicia y el Estado de Derecho hará rendir cuentas con todas sus consecuencias a quienes han cometido esta barbarie criminal".

Zapatero, está siendo permanentemente informado por el ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, quien ha visitado la casa cuartel de Legutiano. El ministro ha viajado en avión hasta Vitoria y desde la capital alavesa se ha desplazado a la localidad, acompañado del secretario de Estado de Seguridad, Antonio Camacho, el director general de la Policía y de la Guardia Civil, Francisco Javier Velázquez.

Pérez Rubalcaba ha comprobado los cuantiosos daños producidos por la explosión acompañado también por el delegado del Gobierno en el País Vasco, Mikel Cabieces. El ministro tiene previsto visitar esta misma mañana a los heridos ingresados en los hospitales de Vitoria y posteriormente ofrecerá una rueda de prensa en la sede de la Delegación del Gobierno.

Capilla ardiente

La capilla ardiente del guardia civil Juan Manuel Piñuel Villalón ha quedado abierta a las cinco menos cuarto de la tarde. Tras realizarse la autopsia al cadáver se ha instalado la capilla ardiente. El féretro ha sido recibido en la subdelegación por el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba y el director general de la Guardia Civil y Policía Nacional, Francisco Velázquez.

El cadáver está escoltado por miembros de la Guardia Civil, Policía Nacional, Ertzaintza y policía local. El féretro está cubierto con la bandera de España y el tricornio. Detrás del féretro está un crucifijo y el pendón de la Guardia Civil, y las banderas de Alava, Euskadi y España y varias coronas de flores, entre ellas unas enviadas por el Senado, la delegación del Gobierno y el Foro Ermua.

En los primeros minutos de apertura han visitado la capilla, entre otros, los dirigentes socialistas vascos Patxi López y Rodolfo Ares, la de EB-IU Kontxi Bilbao y el defensor del pueblo vasco (Ararteko), Iñigo Lamarca.

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, también ha visitado la capilla ardiente del guardia civil. Zapatero ha departido durante un rato con la viuda y los familiares, y ha saludado uno por uno a los mandos militares. Tras ello, un funcionario ha leído el decreto de concesión de la cruz de oro al mérito de la Guardia Civil y el presidente ha impuesto la medalla sobre la bandera que cubría el féretro.

Al abandonar la subdelegación Zapatero ha sido aplaudido por las personas presentes en el exterior. Posteriormente se ha dirigido a visitar los dos hospitales de Vitoria donde permanecen ingresados y fuera de peligro tres de los cuatro heridos -la cuarta persona herida ha sido dada de alta-. Zapatero, ha dado ánimos a los guardias civiles heridos a los que ha visto "con mucha entereza", según han señalado fuentes del Gobierno. El presidente se marchará de Vitoria con dirección hacia Latinoamérica, para cumplir con su viaje oficial previsto.

El presidente del PP, Mariano Rajoy, y la presidenta de este partido en el País Vasco, María San Gil, han acudido juntos a las seis y media de esta tarde a visitar la capilla ardiente del guardia civil Juan Manuel Piñuel Villalón y a los heridos por el atentado contra la casa cuartel de Legutiano (Álava). Rajoy y San Gil llegaron unos minutos después de que abandonara la capilla el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.

Rajoy, abandonó Vitoria minutos antes de las ocho de la tarde, después de visitar, junto a San Gil, a los tres heridos del atentado. Una hora antes, Rajoy y San Gil salían de la capilla ardiente, junto a dirigentes del PP vasco como Antonio Basagoiti, Carmelo Barrio y Leopoldo Barreda.

El lehendakari, Juan José Ibarretxe, que también ha visitado la capilla ardiente durante media hora, ha abandonado el velatorio en el momento de la llegada del presidente del PP, Mariano Rajoy. Ibarretxe llegó acompañado del consejero vasco de Interior, Javier Balza, minutos antes de las seis de la tarde.

A las seis menos cuarto de la tarde llegaron a la capilla ardiente el presidente del EBB, Iñigo Urkullu, y el diputado general de Alava, Xabier Agirre, la presidenta del Parlamento vasco, Izaskun Bilbao, y el presidente del ABB, Iñaki Gerenabarrena, entre otros dirigentes del PNV. Todos ellos saludaron a Rajoy mientras el lehendakari se introducía en su vehículo oficial.

También poco antes de las seis de la tarde se acercó a dar su apoyo a la familia de la víctima la hija del ex edil socialista de Mondragón asesinado por ETA, Isaías Carrasco.

Funeral

La capilla ardiente estará abierta hasta las 22:00 horas de hoy y se reabrirá mañana alrededor de las 08:00 horas hasta el momento en el que se traslade el féretro a la Catedral Nueva de Vitoria, donde se celebrará el funeral a las 10:30 horas, que será presidido por los Príncipes de Asturias .

A las honras fúnebres, acudirán también la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega; el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba; y la titular de Defensa, Carme Chacón, y altos cargos de la Policía y de la Guardia Civil. El secretario de Organización, José Blanco, encabezará la delegación socialista de la que también formarán parte los portavoces en el Congreso, José Antonio Alonso, y en el Senado, Carmen Silva.

La delegación del PP estará encabezada por la portavoz en la Cámara Baja, Soraya Sáenz de Santamaría, y el secretario general del Grupo Parlamentario del PP en el Congreso, Luis Ayllón. También acudirá

Posteriormente, se celebrará, ante el Ayuntamiento de Legutiano, una concentración de protesta. El alcalde de esta localidad, Pedro Berriozabal (EA), ha convocado hoy mismo un pleno extraordinario del Ayuntamiento para condenar el atentado perpetrado esta madrugada contra la casa cuartel de la Guardia Civil de la localidad. Legutiano (Villarreal en castellano) es una localidad de 1.600 habitantes situada al norte de Vitoria, a 15kilómetros de la capital.

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