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LOCURA. Varios policías retienen al agresor, después de que éste provocase el caos en Tokio. / AP
Un perturbado siembra el pánico en Tokio al matar a puñaladas a 7 personas
SUCESO

Un perturbado siembra el pánico en Tokio al matar a puñaladas a 7 personas

El agresor, de 25 años, atropelló con su camioneta a varios transeúntes y después se bajó a acuchillarles El joven, que hirió además a una docena de peatones, confesó estar «cansado de vivir»

PABLO M. DÍEZ |

Lunes, 9 de junio 2008, 10:45

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Como si fuera el protagonista de uno de los violentos juegos de ordenador que se venden en sus innumerables tiendas de electrónica, un joven desequilibrado fue ayer apuñalando a todo el que se encontraba a su paso en el barrio tokiota de Akihabara. Pero no se trataba de ningún simulador para la 'play station' ni al final de la partida esperaba una nueva pantalla o un 'bonus track', sino la más dramática realidad: siete personas asesinadas a cuchilladas y otra docena herida a plena luz del día y en una de las zonas más bulliciosas y turísticas de la capital nipona.

Se trata del peor crimen ocurrido en Japón en los últimos años.Tomohiro Kato -como se llama el asesino-, de 25 años, irrumpió en Akihabara a la hora del almuerzo al volante de una camioneta Isuzu alquilada con la que invadió la acera y atropelló a varios transeúntes. A continuación, se bajó del vehículo y empezó a apuñalar a los heridos que yacían en el suelo, encaminándose hacia la estación de metro más cercana y clavándole su cuchillo a los atónitos y petrificados peatones.

«Vine aquí a matar»

En unos minutos, el demente sembró el pánico y dejó tras de sí un horrendo reguero de sangre hasta que un policía le desarmó con una porra mientras otro le apuntaba con su pistola. Cuando los agentes consiguieron detenerle, ya había quitado la vida a seis hombres, con edades comprendidas entre los 19 y los 74 años, y a una mujer de 21.

«Vine aquí a matar gente, no me importaba a quién», confesó a los agentes al ser arrestado, según informó la agencia nipona Jiji Press. «Dijo que se había cansado de vivir y que estaba harto de todo», explicó a AP el portavoz del Departamento de la Policía Metropolitana de Tokio, Jiro Akaogi.

Mientras los agentes se llevaban al agresor, el escenario de la matanza se llenaba de coches de Policía y ambulancias, cuyos médicos atendían a los heridos en plena calle bajo la asombrada mirada de cientos de viandantes.

«Estoy horrorizado porque podía haber sido uno de los muertos si hubiera llegado un poco antes», declaró a la agencia France Presse Wataru Amano, un camionero de 26 años que acude con frecuencia al barrio de Akihabara.

En Japón, el paraíso de la electrónica, esta zona de Tokio es famosa por las numerosas tiendas donde se venden desde ordenadores hasta equipos de música, pasando por televisores de pantalla plana o cámaras de fotos. Además, Akihabara se ha convertido en el punto de reunión para muchos 'frikis' nipones por la abundancia de establecimientos donde se comercializan cómics y vídeos 'manga', que son extremadamente populares entre los jóvenes del imperio del Sol Naciente, pero destacan por sus altos contenidos en violencia y sexo hasta con menores de edad.

En consonancia con estas perversiones ampliamente extendidas en la sociedad nipona, en Akihabara se venden abiertamente DVD pornográficos con niñas, que cuestan unos 20 euros, y hasta las camareras de algunos cibercafés van disfrazadas de colegialas o de doncellas medievales.

Sin duda, un caldo de cultivo demasiado peligroso en este país altamente desarrollado en el que sus habitantes suplen sus carencias emocionales con su afición por la tecnología. Por desgracia, la amarga realidad superó ayer al videojuego más macabro en este barrio de Tokio, que pasa por ser una de las ciudades más seguras del mundo.

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