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Vista aérea del estado de las obras tomada el pasado 26 de septiembre. / TORRE IBERDROLA
Promotora Vizcaína negocia con La Caixa la venta de su participación en Torre Iberdrola
valorada en 175 millones de euros

Promotora Vizcaína negocia con La Caixa la venta de su participación en Torre Iberdrola

La inmobiliaria, dueña del 50% del que será el mayor edificio del País Vasco, quiere mantener su hotel en el coloso y centrarse en la vivienda

JOSU GARCÍA

Miércoles, 8 de octubre 2008, 09:35

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La Torre Iberdrola, el buque insignia para el mundo de los negocios del futuro Bilbao, está a punto de cambiar de patrón. Hasta ahora, el destino del que será el mayor edificio de Euskadi estaba gobernado por la compañía eléctrica y Promotora Vizcaína. Ambas firmas controlaban a partes iguales la sociedad que pusieron en marcha -valorada en unos 175 millones de euros- para iniciar las obras del coloso y comercializar los 20.000 metros cuadrados de oficinas que quedarán libres después de que la multinacional energética instale su sede central en el bloque. Ahora, la inmobiliaria, que ambicionaba construir un hotel en seis de las veinte plantas que se iba a quedar en propiedad, quiere abandonar el barco, deshacerse de su participación en el proyecto y está a punto de cerrar un acuerdo con La Caixa, según ha podido saber este diario.

La entidad financiera catalana, cada vez más presente en la actividad del territorio -busca desde hace meses suelo para instalar aquí el cuartel general de su obra social en el País Vasco-, ha mostrado interés «desde el primer momento». No obstante, la operación, una de las más importantes que jamás se haya barajado en Bilbao, podría no llegar a materializarse. El motivo: Iberdrola tiene la última palabra, ya que puede ejercer el derecho de tanteo que le asiste como socio preferente de la sociedad. Esto le permitiría adquirir el 100% del rascacielos y evitar así compartir viaje con la caja.

En ambos casos, el futuro de la Torre Iberdrola tomará un nuevo rumbo, que puede incluso obligar a redefinir los usos previstos. Algunas fuentes apuntan al respecto que la puesta en marcha del hotel de cuatro estrellas proyectado entra en dique seco, a la espera de que se resuelvan las negociaciones existentes. Promotora Vizcaína, que forma parte de un importante grupo de empresas, del que también participa la cadena hotelera Abba, se declara dispuesta a aguantar el tirón y seguir adelante con la iniciativa, que cuenta con el visto bueno del Ayuntamiento. Pero no es descartable que, como cualquier baza negociadora, decaiga por un interés mayor. Éste es uno los flecos que quedan pendientes con La Caixa.

La inmobiliaria quiere centrarse en la comercialización de las 133 viviendas de lujo que edificará en dos bloques aledaños al futuro faro de los negocios de Bilbao. Un proyecto que lleva el sello del prestigioso arquitecto catalán Carlos Ferrater.

Mayor flexibilidad

Iberdrola, según los medios consultados, asume que Promotora Vizcaína abandona el barco y ya ha comenzado a buscar posibles nuevos compañeros de singladura. Si finalmente se hace con la totalidad del inmueble, de 165 metros de altura y 41 pisos, tendrá que sacar al mercado alrededor de treinta plantas, lo que supone una cantidad ingente de metros cuadrados. En principio, ha sondeado a varias entidades pujantes radicadas en Euskadi. Al menos una de ellas está estudiando seriamente la operación.

Las mismas fuentes sostienen que la compañía eléctrica preferiría involucrar a varios socios. Esto le permitiría mayor flexibilidad para gestionar la salida de Promotora Vizcaína y también abriría la puerta a la posibilidad de 'trocear' el espacio disponible para aumentar su rentabilidad en el mercado.

En este nuevo diseño de negocio no habría sitio para el hotel de cuatro estrellas, según apuntaron algunas de las fuentes consultadas. Al parecer, las partes implicadas en esta redefinición de la Torre Iberdrola consideran que la oferta de camas en la villa está ya «saturada».

Entretanto, las obras siguen adelante ajenas al inminente golpe de timón que se avecina. El resultado del proceso, mantienen, no afectará a los plazos de entrega estipulados.

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