El Gobierno vasco busca medidas con las cajas para flexibilizar las hipotecas de las VPO

El Gobierno vasco está renegociando con las cajas de ahorros el acuerdo que mantienen para financiar las promociones de vivienda de protección oficial y ofrecer condiciones ventajosas a los adjudicatarios de esos pisos. El consejero de Vivienda, Javier Madrazo, confirmó ayer que, entre otros objetivos, el propósito de su departamento es buscar fórmulas para flexibilizar el pago de las hipotecas de las VPO en el supuesto de que la crisis económica se agrave y afecte a los propietarios.

Madrazo, que participó ayer en un sorteo de viviendas protegidas celebrado en Gernika, admitió que en el territorio de Álava se ha producido un ligero repunte de las personas que renuncian a una VPO después de que les haya tocado por sorteo. Una decisión que, normalmente, se toma cuando se carece de medios económicos estables, cuando se reducen las expectativas de conseguirlos y cuando las entidades financieras no conceden la hipoteca.

No obstante, según fuentes del Departamento de Vivienda y Asuntos Sociales, el aumento de las renuncias en Álava todavía no ha sido concretado en cifras, sino que, por el momento, sólo se trata de una simple «percepción». Las mismas fuentes aseguraron a EL CORREO que en Vizcaya y Guipúzcoa no se han apreciado cambios significativos en el número de personas que se echan atrás para comprar la VPO.

Las conversaciones entre el Gobierno vasco y las cajas de ahorros para actualizar el convenio sobre las viviendas protegidas se producen en plena crisis financiera e inmobiliaria, y cuando las entidades de crédito están endureciendo de forma notable los requisitos para conceder hipotecas. Los bancos examinan ahora con mucha más atención la capacidad adquisitiva de los demandantes, exigen avales y, además, han reducido la parte del precio del piso que están dispuestos a financiar, medidas todas ellas que han dejado sin crédito a muchos ciudadanos que hasta ahora aspiraban a adquirir un inmueble en propiedad.

Alquiler «estratégico»

Precisamente, en la última encuesta sobre necesidades de vivienda elaborada por el Gobierno vasco ya se constataba que miles de jóvenes habían aplazado la decisión de buscar piso ante las incertidumbres creadas por la crisis. De acuerdo con el sondeo, el número de demandantes se redujo un 12% en 2007 respecto al año anterior. Lo lógico es que esa tendencia se haya mantenido durante este ejercicio, puesto que la situación económica no ha hecho sino empeorar.

De momento, el Ejecutivo autónomo no ha aclarado qué medidas surgirán de las conversaciones con las cajas ni ha precisado tampoco si están avanzadas o son incipientes. No obstante, el consejero Madrazo recalcó el pasado jueves durante la presentación del anteproyecto de Ley de Vivienda -y al ser preguntado por los problemas de los ciudadanos para que les den una hipoteca-, que su departamento ha realizado una apuesta «estructural» por el alquiler. Incluso estudia fórmulas en la actualidad para que los pisos del mercado libre que ahora mismo no hay manera de vender, ya que los bancos han cortado la financiación, puedan ofrecer algún rendimiento poniéndolos en renta a precios protegidos.

De hecho, Madrazo subrayó que el propósito del Ejecutivo de Vitoria es alcanzar la cota de 35.000 viviendas de alquiler público en Euskadi, un volumen que, a su modo de ver, permitiría garantizar a todos los ciudadanos un piso arrendado a un precio asequible.