Motoristas reclaman mejoras en Urkiola y el vial de Elorrio

La carretera de Urkiola es una de esas vías de las que podrían disfrutan los moteros, con curvas cerradas, pero la falta de faldones en los guardarraíles y de arcenes la convierten en uno de los puntos más peligrosos de la red viaria vizcaína. Junto a Urkiola, la carretera de Elorrio con tramos «que dan miedo», secundarias como la de Atxondo y el firme descuidado de la N-634, son algunos de los puntos negros que la asociación de moteros Mas Curvas de Durango advierte en la comarca. Motoristas de toda Vizcaya se concentarán esta tarde en la villa para exigir «seguridad y respeto» hacia un colectivo cada vez mayor, y mostrar su rechazo a los guardarraíles. Los participantes partirán a pie desde Laubideta, a partir de las tres y media de la tarde, para

concluir ante el Ayuntamiento, donde leerán un comunicado.

En el Duranguesado, según Mas Curvas, el número de motociclistas se ha duplicado en los últimos cinco años. La asociación, integrada por 22 afiliados, ocho de ellos mujeres, exige mejoras que eviten «que perdamos la vida si un accidente nos sobreviene».

Pese a que falta mucho camino por recorrer, ya se ha producido un acercamiento entre la Diputación y Mas Curvas, delegada vizcaína de la Plataforma Motera para la Seguridad Vial. El encuentro tenía por objeto conocer su visión sobre las obras de acceso a la A-8 en Iurreta. La asociación fundada hace dos años propuso la retirada del quitamiedos con protección para motoristas colocado desde la rotonda de acceso a Durango y la gasolinera -vial en el que «no existe peligrosidad para el motorista en caso de caída»-, e instalarlo en la misma rotonda, según informó Txomin Gayubas, vicepresidente de Mas Curvas.

Peligro en Ezkurdi

Además de la protección de señales o las manchas de aceite junto al peaje de la A-8, Gayubas denuncia la existencia de pasos de cebra pintados a doble color como el que se encuentra en las proximidades de Ezkurdi, de más de 10 metros de acho. «Si pasa un niño y tienes que frenar la caída está asegurada», matizó, mientras recordaba la importancia de mantener franjas de asfalto para evitar deslizamientos.

Pese a que son conscientes de una mayor concienciación por parte de los conductores y autoridades con respecto, se consideran marginados en temas tan sencillos como el aparcamiento. En Durango tan sólo existe un aparcamiento para motos, en Juan Mari Altuna, pese a que hace años el pórtico de de Santa María contaba con un espacio para las motos.

La Plataforma vizcaína, que aglutina a cerca de una treintena de asociaciones y peñas, se volverá a concentrar en diciembre en Bilbao.