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La explosión ha causado importantes daños en el repetidor. / Luis Calabor
La bomba de ETA en el repetidor del Arnotegi estaba compuesta por entre 6 y 8 kilos de amonal
COINCIDIÓ CON UNA VOLADURA EN LAS OBRAS DE LA 'SUPERSUR'

La bomba de ETA en el repetidor del Arnotegi estaba compuesta por entre 6 y 8 kilos de amonal

La detonación coincidió temporalmente con la suspensión de las emisiones de Televisión Española

EL CORREO DIGITAL

Viernes, 21 de noviembre 2008, 19:12

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Un artefacto hizo explosión en el repetidor del monte Arnotegi, en las inmediaciones de Bilbao, en la noche pasada causando daños de importancia en el interior de las instalaciones. El artefacto, de entre seis y ocho kilos de amonal, habría sido colocado por miembros de ETA, según el Departamento de Interior.

Ya el pasado 23 de febrero, ETA colocó en este mismo repetidor una bomba trampa, aunque las precauciones adoptadas por los artificieros de la policía vasca evitaron que se produjeran daños personales y los únicos que se registraron fueron los sufridos por el robot empleado para las operaciones de neutralización del artefacto.

La explosión en Arnotegi coincidió anoche con una voladura programada en las obras de la Super-Sur en una zona próxima a este monte, lo que ha provocado confusión sobre la hora del atentado. Así, la Ertzaintza no ha determinado todavía el momento en el que se produjo la explosión del artefacto, aunque se apunta que pudo coincidir con la voladura controlada llevada a cabo en las obras de la Super-Sur sobre las 21:40 horas.

En todo caso, una fuerte explosión se escuchó sobre poco antes de las diez de la noche en gran parte de Bilbao y localidades vecinas como Etxebarri, causando alarma entre los vecinos y perdiéndose la señal de televisión en algunas zonas. La Ertzaintza se dirigió al lugar observando que existían daños en la valla exterior, pero se pospuso una inspección más a fondo hasta que hubiera luz por seguridad.

Sin señal de televisión

Ya por la mañana, los agentes han comprobado que el repetidor, que da señal a algunas cadenas de televisión y telefonía móvil, fue saboteado. Las instalaciones presentan fuertes daños tanto en el interior como en el exterior, con maquinaria y mobiliario destruido.

No es la primera vez que el repetidor de Arnotegi es objetivo de los radicales. El pasado 23 de febrero, ETA preparó una trampa contra la Ertzaintza en el repetidor del monte Arnotegi, aunque las precauciones adoptadas por los artificieros de la policía vasca evitaron que se registraran daños personales. En esta ocasión, la bomba, que contenía cinco kilos de cloratita, estaba metida en una caja depositada en una ventana de la caseta del repetidor de televisión y comunicaciones.

Voladuras controladas

Las voladuras controladas en la 'Supersur', la infraestructura llamada a descongestionar la A-8, se han convertido en una rutina para los vecinos de las obras, que las sufren de día y de noche. Ya sólo trascienden cuando la lluvia de escombros alcanza zonas habitadas o carreteras; o cuando la violencia de la detonación excede de lo habitual, que es lo que ocurrió anoche. De ahí, que la confusión sobre el origen de la deflagración tardara en disiparse, debido, al parecer, a la falta de información.

Portavoces del Departamento vasco de Interior aseguraron ayer a este periódico que nadie había advertido previamente a esta institución de que se iba a registrar una explosión de semejante entidad. Sólo veinte minutos después de la voladura, la Consejería recibió una comunicación de la Guardia Civil -el Cuerpo responsable de la custodia del transporte y la utilización de explosivos en obras públicas- en la que se notificaba que se había producido una explosión controlada en las obras de la 'Supersur', concretamente en los túneles de Santa Águeda, unas galerías de casi dos kilómetros de longitud en Castrejana, por donde pasa el tramo Gorostiza-Cadagua, según indicaron fuentes oficiales de la Ertzaintza.

Contra lo que pudiera parecer, estas explicaciones no terminaron de zanjar la cuestión. Responsables de la Diputación consultados por este periódico dijeron anoche tener «serias dudas» de que el estruendo se debiera a las obras de la 'Supersur'. Dichos medios se pusieron en contacto con personal de las empresas concernidas, que les aseguraron que ni siquiera tenían constancia de que se hubiera producido voladura alguna.

«Deberían avisar»

La indignación y el estupor se adueñaron de quienes se vieron sobresaltados por la explosión. Algunos de ellos, residentes en diversos barrios bilbaínos, expresaron su malestar por las voladuras en esta la web. «Estas cosas deberían avisarlas de algún modo, el susto que nos hemos llevado no ha sido normal», se lamentaba un lector, mientras que otros criticaban que estos trabajos se lleven a cabo de noche, «cuando la gente duerme».

Lo cierto es que la voladura se produjo antes de las once de la noche, el tope establecido por la Diputación de Vizcaya ante las reiteradas quejas de los afectados desde que se iniciaron las obras. Las últimas, a finales del pasado octubre, cuando la asociación de vecinos del Pagasarri aseguró que les estaban «haciendo la vida imposible» y anunció posibles acciones judiciales.

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