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PAULA ROSAS
Viernes, 16 de enero 2009, 10:01
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Como en la vida real, los mundos virtuales se desvirtúan. En Second Life, el más enorme de los universos digitales, no es difícil acceder a contenidos pornográficos, cometer infidelidades através de tu 'alter ego' virtual o, incluso, consumir drogas concebidas para que estos avatares ...
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