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JUANMA MALLO
Martes, 10 de febrero 2009, 10:26
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La espera tras más de cuatro años parece a punto de concluir. El Ayuntamiento de Muskiz está dispuesto a conceder hoy mismo a Petronor la licencia de actividad y el permiso de obras para la construcción de la planta de coque, una infraestructura que empleará a 1.600 personas de forma estable (2.500 durante su construcción) tras una inversión de 810 millones de euros. El Consistorio vizcaíno celebra esta mañana, como cada martes, su junta de gobierno, aunque en esta ocasión hay una sensible novedad en el orden del día: se tratará de forma oficial el proyecto por primera vez desde que el Gobierno vasco otorgase en noviembre la Autorización Ambiental Integrada (AAI). Fuentes de la Alcaldía, en manos de Eusko Alkartasuna, sugirieron que la reunión desembocará en el plácet. «Probablemente daremos los permisos», admitió un portavoz del regidor, Gonzalo Riancho.
De confirmarse el visto bueno municipal, se acabaría una farragosa y tensa batalla burocrática en torno a una iniciativa básica para la supervivencia de la empresa presidida por el ex líder del PNV Josu Jon Imaz. «La planta de coque es necesaria para el futuro de la refinería», ha reiterado el antiguo presidente del EBB, con quien comparten punto de vista tanto el Departamento vasco de Industria (PNV) como el de Medio Ambiente, del mismo signo político que el Ayuntamiento.
Pero el alcalde de Muskiz, Gonzalo Riancho, que gobierna con el apoyo de tres concejales socialistas, ha hecho hasta ahora oídos sordos a todos estos llamamientos -incluso pidió el desmantelamiento de la empresa- y se había negado a entregar los preceptivos permisos esgrimiendo argumentos legales en contra de las autorizaciones. El último, tres informes de la Secretaría municipal que juzgaban «básico» un documento positivo de la Demarcación de Costas del Gobierno central debido a que la Unidad de Reducción de Fuelóleo se asentaría en «terreno de dominio público».
Denuncia por prevaricación
Sin embargo, según pudo saber este periódico, ese texto aún no estaba ayer en la Casa Consistorial. «Sólo hemos recibido un documento de la Agencia Vasca del Agua (URA) en el que se declara incompetente», apuntó un portavoz del equipo de gobierno que, sin embargo, no descarta que hoy llegue el OK de la Administración Zapatero. «Y aunque no sea así, daremos los permisos», recalcó esta fuente. No sólo se dejaría el camino despejado a esta infraestructura, sino también a una planta de cogeneración, un proyecto hermanado con el coque, además de confirmarse la licencia de actividad de toda la refinería, que periódicamente debe ser renovada.
Con todas estas autorizaciones, la firma propiedad de la BBK y Repsol acometería de forma inmediata la mayor inversión industrial que jamás se haya afrontado en el País Vasco. De hecho, la construcción del equipamiento podría comenzar de manera inminente para concluir en el plazo de dos años.
En cualquier caso, la polémica continuará, ya que la plataforma anticoque anunció que denunciará por «prevaricación» a la junta de gobierno local si otorga estas autorizaciones al mayor contribuyente de la Hacienda vasca.
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