El patrimonio de las EPSV cae por primera vez en su historia

Por primera vez desde que fueron creadas en 1983 las Entidades de Previsión Social Voluntaria (EPSV) -fondos de pensiones específicos de Euskadi-, su patrimonio cayó el año pasado como consecuencia de las pérdidas generadas por la gestión, el descenso de las cuotas aportadas por los socios y el aumento de las prestaciones realizadas. En total, las 85 entidades asociadas a la Federación de EPSV de Euskadi acumularon un descenso de sus fondos de unos 720 millones de euros, lo que supone un 4,36% sobre el cierre de 2007. Se trata de una cifra relativamente positiva si se compara con las registradas en España y en el resto del mundo, que computaron caídas del 8,7% y del 16%, respectivamente, según fuentes del organismo.

Al acabar el año, las EPSV vascas sumaban un patrimonio total de 16.137 millones de euros, que representan el 24% del PIB vasco, tras un año catastrófico de los mercados de valores nacionales e internacionales. De las tres modalidades de EPSV -asociadas, de empleo e individuales- han sido éstas últimas las que más pérdidas han tenido en su patrimonio -695 millones, el 8%-, circunstancia que hay que atribuir a la asunción de mayores niveles de riesgo en la gestión, a la importante caída de las aportaciones de los socios -no registrada en las otras-, así como a un fuerte incremento de las prestaciones abonadas y a los rescates.

Solidez

Pese a todo, las EPSV dieron el pasado año una prueba más de su sólida implantación en el País Vasco, al aumentar el número de partícipes en más de 66.000, hasta acercarse a los 1,2 millones, aunque cada persona puede tener varios planes suscritos. Eso no sucede en las EPSV de empleo, en las que los 460.000 asociados representan por sí solos más del 40% de la población activa vasca.

El aumento de las prestaciones por jubilación y los rescates de las cantidades depositadas por parte de los asociados han elevado la cifra destinada a esta finalidad hasta los 807 millones de euros, lo que supone un crecimiento superior al 35%. La federación resaltó que este incremento ha sido especialmente importante en los sistemas asociados e individuales, lo que refleja, a su juicio, «un alto grado de madurez» del sistema.

Por su parte, las aportaciones de los socios cayeron de 1.340 a 1.260 millones durante el ejercicio, lo que representa un descenso de casi el 6%.

Para este año, en el que continúa el comportamiento errático de los mercados de valores, los responsables del organismo esperan «un crecimiento de las variables más significativas», sin ofrecer más precisiones. Tampoco especificaron la rentabilidad de las inversiones realizadas a lo largo de 2008 -cerca de un 7% negativa en su conjunto, tal y como se desprende de las cifras facilitadas- en un ejercicio que califican de «especialmente difícil». No obstante, subrayaron que la rentabilidad debe medirse en periodos largos de tiempo y no teniendo en cuenta tan sólo un año.