Bilbao se moja contra el cambio climático

«Este puede ser el comienzo de una bonita amistad». O, más bien, el «resurgimiento» de una buena relación que languideció en los últimos años pero que nunca se rompió del todo. Echando mano de la cinematográfica frase de Humphrey Bogart en 'Casablanca', Javier Muñoz, uno de los portavoces de la coordinadora de asociaciones de vecinos de Bilbao, destacó la importancia de la adhesión de las agrupaciones ciudadanas a iniciativas ecologistas, como la manifestación que ayer reunió a centenares de personas en la Gran Vía -con motivo del Día de la Tierra, celebrado el miércoles- bajo el lema 'Mójate por el cambio climático'. El eslogan, además, fue de lo más premonitorio, ya que un notable chaparrón acompañó a la comitiva durante buena parte de la protesta.

Pero el mal tiempo no les aguó la fiesta: en medio de un ambiente de lo más animado -tambores, balones saltando entre los manifestantes-, Muñoz apuntó que el movimiento vecinal quería manifestar su «complicidad» con los ecologistas y destacó que su «modesto» papel en la batalla contra este grave problema medioambiental consiste en «acercar los argumentos de científicos y expertos a la gente de la calle», tesis que apoyó Javier González Lavado, de Berdeak-Los Verdes: «Es fundamental implicar a la población en los problemas de su entorno».

Además de esta formación, integrantes de otros partidos, como EB, y miembros de la recién creada Oficina para el Cambio Climático de Bilbao asistieron a la marcha para apoyar a los grupos conservacionistas -catorce plataformas, entre ellas, Ekologistak Martxan, Greenpeace, Izate e WWF-Adena, entre otras-, que valoraron, sobre todo, la presencia de asociaciones vecinales. «Es la tercera vez que se hace en Bilbao una manifestación contra el cambio climático, pero la primera a la que vienen grupos de la coordinadora», insistió Xabier Abian, de Ekologistak Martxan, quien animó a «todo el mundo a luchar desde sus casas» contra las emisiones de CO2: «Mejor aislamiento térmico de las viviendas para ahorrar energía, transporte más sostenible... los próximos 10 años son claves. Si no somos capaces de reducir los gases que producen efecto invernadero en este tiempo, la tarea se volverá más difícil», advirtió. En la comitiva, miembros de Greenpeace también instaban a «meter más presión a las instituciones».