Vía de los 'penitentes' al Joar

La sierra de Codés o de Joar es la última barrera montañosa de Álava y Navarra sobre la depresión del Ebro. Ya en el siglo XII, el cinturón rocoso que forman las sierras de Codés y de Toloño y Cantabria fue utilizado por Alfonso el Batallador como bastión defensivo frente a los árabes.

Mientras la vertiente norteña que mira a Campezo de Álava es húmeda y boscosa, la Sur es soleada y mediterránea, con predominio de carrascas, robles y encinas. En ella se enclava en Santuario de Codés. Aparcamos junto al monasterio (802 m). Caminamos hasta que termina el asfalto. Algo más arriba hay otro parking. Tiene un panel informativo descolorido. Una pista sube hasta unos corrales (0h.06'/813 m). Los sobrepasamos (der.) para dirigirnos hacia unos robles de gran tamaño. Más arriba hay un encinar.

El sendero (GR-1), se encamina hacia la sierra (N). Es el antiguo camino al puerto de Codés. Frente a nosotros se divisa el collado de La Llana que separa la antena repetidora del Joar (izq. Oeste) de La Plana (derecha), cima achatada que hace honor a su nombre. Cuesta arriba, dejamos de lado un desvío (hito) que se pierde en la espesura (0h.25'/1.004 m). El camino remonta una pedrera y es empinado y tortuoso. Pasa junto al atajo (0h.30'/1.053 m) que hemos desechado anteriormente y deja a un lado 'los penitentes'. Son unas airosas agujas calizas de gran belleza. La más airosa en la conocida como Los Cencerros. Una placa en la pared recuerda el fallecimiento de dos hermanos gemelos de Torralba del Río, el 18 de junio de 1983, que tras escalar la pared se mataron al fallarles el anclaje del rapel.

Tras el recodo de 'los penitentes' el camino se encañona y ahora sube con brusquedad. En 20' gana 130 metros de desnivel. Pero muy pronto vuelve a dulcificarse y ya por terreno rocoso, pelado y quemado por el sol, alcanza el collado de La Llana (0h.53'/1.190 m). Un poco antes vemos una pintada sobre unas piedras. Indican el desvío a la Fuente de los Nenes, 10 minutos hacia la izquierda (Oeste).

En el collado de La Llana convergen varios caminos. Joar, nuestro objetivo, está a la izquierda. Al fondo, en medio de un pinar, se esconde un refugio. Es invisible, salvo de la subida a la Plana. Un sendero bien marcado (izquierda) se dirige al techo de Codés. Sube con mediana inclinación por un hayedo (1h.05'/1270 m) hasta volver a terreno despejado. Allí enlaza con la pista de Santa Cruz de Campezo hasta el repetidor (1h.32/1.413 m). 50 metros más arriba está la cima amplia y despejada, con el vértice geodésico y los buzones (1h.35'/1.426 m).

Son varios y dos bastante antiguos. El más veterano (fechado en 1967) está adosado a la base de una gran cruz de hierro oxidada. Otro fue colocado por el Manuel Iradier. También está roñado y señala el límite entre Álava y Navarra. Un tercero es nuevo. Representa un roble de hierro sobre unas cadenas. La vuelta más sencilla al Santuario es repetir el camino de subida. Se pueden aprovechar los atajos (2h.40').

El extremo oriental de la sierra de Codés fue refugio de Juan Lobo y su cuadrilla de bandoleros (siglo XVII). Se escondían en una cueva de la cara norte de la Peña de la Concepción (1.093 m). Aunque el acceso no está señalizado, se puede llegar por una senda que parte del camino de Otiñano.