Los vascos repiten menos

Los escolares vascos son los que menos repiten curso de todas las comunidades españolas. Las cifras, sin embargo, no dibujan una situación que permita relajarse. El 29% de los estudiantes de Euskadi llega a cuarto de la Educación Secundaria Obligatoria (ESO), el final de la etapa obligatoria, con al menos un año académico de más. Un informe que acaba de hacer público el Instituto Vasco de Evaluación (IVEI) muestra que los profesores confían en la repetición como una vía útil para sacar adelante a los alumnos con fracaso escolar. La mayoría de los chavales que no continúan los estudios con los compañeros de su edad reconocen que han sacado mejores notas en esa segunda oportunidad, aunque muchos admiten haberse sentido «avergonzados».

Los datos que recoge el IVEI reflejan que el porcentaje de estudiantes que están en la clase que les corresponde por edad se ha estancado en los últimos cinco años en un 71%. «Es muy difícil de rebajar», reconocen los técnicos de Educación. Aún así, los resultados vascos están muy por encima del 58% de media española que llega con 15 años a cuarto curso de la ESO. En Canarias, Ceuta y Melilla apenas la mitad de los alumnos logra acabar sus estudios obligatorios en el tiempo normal. Sólo Cataluña y Navarra se acercan al éxito escolar que se alcanza en Euskadi.

La investigación demuestra que las chicas repiten mucho menos que los chicos. En segundo de la ESO, el momento de la vida escolar en el que se atascan más chavales, la cifra de niñas que están en el curso que les corresponde por edad duplica al de los niños. El porcentaje de estudiantes que acaba Secundaria en el plazo previsto en los colegios privados concertados es mayor que en los públicos. Sin embargo, también hay que tener en cuenta que las escuelas e institutos públicos acogen a un porcentaje mucho mayor de inmigrantes y con necesidades especiales.

Las estadísticas que maneja este órgano que depende del Departamento de Educación corroboran que los más pequeños del aula juegan en desventaja. Repiten más los escolares que nacen en el último trimestre del año. En segundo de la ESO -en el año académico 2007-2008-, el 85% de los chavales que habían nacido entre enero y marzo estaban en el curso que les tocaba, diez puntos más que los de octubre a diciembre.

Por «aburrimiento»

La normativa vigente, la Ley Orgánica de Educación (LOE), establece que los alumnos pueden pasar de curso con dos asignaturas e, incluso, con tres si así lo deciden los profesores. Por ese motivo, los resultados están también condicionados por las decisiones que toman las plantillas docentes. La encuesta realizada por el IVEI indica que la mayoría de los profesores vascos confía en la repetición de curso como forma de sacar adelante a los alumnos con malos resultados académicos.

El informe del Instituto de Evaluación pretende, además de recoger datos, dar a conocer las repercusiones que acarrea al menor quedarse atrás. La encuesta realizada a 3.000 estudiantes revela que más de un 60% de los repetidores asegura que ha subido las notas, está integrado en la clase y ha hecho «mejores amigos» que en su anterior grupo. Sin embargo, casi cuatro de cada diez reconocen que se sintieron «avergonzados» y un 30% dice haber perdido confianza en sí mismo.

Los técnicos comparan también los resultados de los estudios internacionales PISA y TIMSS (Estudio de tendencias en Matemáticas y ciencias) para revisar los resultados que obtienen los repetidores. Han comprobado que los estudiantes que han suspendido y no han pasado de curso sacan peores notas que los que están integrados en el aula de su edad. «Se demuestra que la repetición no parece ser una medida eficaz para mejorar las competencias del alumnado», señala el informe, cuyos autores apuntan que la repetición de curso sigue siendo un «reto fundamental» del sistema educativo.

El trabajo se detiene también en analizar por qué fracasa un escolar. La principal razón es la falta de esfuerzo, pero más de la mitad de los chavales dice que suspende porque se «aburre» en clase. Pocos, apenas el 10%, echa la culpa al profesor por no saber enseñar.