Borrar
«Si a ETA le quitas los presos no le queda nada», afirma un ex dirigente encarcelado
POLÍTICA

«Si a ETA le quitas los presos no le queda nada», afirma un ex dirigente encarcelado

El antiguo terrorista vaticina en una carta «un fuerte enfrentamiento interno» sobre la lucha armada, «que se resolverá en verano»

EL CORREO

Domingo, 17 de mayo 2009, 05:31

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Un ex dirigente de ETA encarcelado, vinculado con sector del frente de 'makos' partidario del fin de la violencia armada, afirma en una carta a la que ha tenido acceso EL CORREO que en estos momentos los reclusos «están siendo utilizados» por la banda «como fuente de legitimación política». En uno de los textos más duros firmados en los últimos meses por los presos disidentes, el interno afirma: «Para ETA es importante que haya muchos presos pues es lo único que tiene dada su debilidad operativa y su desorientación política». «Si le quietas los presos (a ETA), no le queda nada», zanja.

La carta del ex dirigente terrorista, cuya identidad se omite ante el riesgo de que sufra represalias de la banda, refleja que el debate entre los presos ha llegado a un momento de máxima tensión. Las críticas a la dirección etarra son cada vez más contundentes, hasta el punto de que entre los internos comienza a aflorar la percepción de que están siendo utilizados por la organización y sus opiniones no son tenidas en cuenta. El enfrentamiento se produce entre quienes desean «un fin ordenado y definitivo» de la violencia y quienes son partidarios de la continuidad terrorista de la banda, dice el recluso en su mensaje.

Sus tesis a la hora de reclamar un fin «ordenado» reflejan un pensamiento de sectores de la izquierda abertzale que apuestan por un final del terrorismo similar al de Irlanda, en el que el IRA buscó una salida para los presos y fue una fuente activa en el paso a la política de las estructuras violentas.

Según la descripción realizada por el ex miembro de la cúpula, los partidarios del abandono de las armas «han sido ampliamente mayoritarios (90%) en las estructuras, dirección y bases de la izquierda abertzale». Sin embargo, el preso alerta de la existencia también de «una minoría de bloqueo cualitativamente importante que, de la mano de ETA, pretende sabotear esta evolución».

En este sentido, su análisis refleja las históricas tensiones de la izquierda radical entre los posibilistas y el sector más duro, que siempre ha impuesto sus tesis frente a los moderados. No obstante, fuentes de la lucha antiterrorista han detectado algunas diferencias sustanciales en este escenario respecto a épocas pasadas. En primer lugar, la debilidad operativa de la banda permite que el debate se vaya extendiendo y cobrando fuerza, al mismo tiempo que elimina la capacidad de coerción que anteriormente había tenido el colectivo etarra más ortodoxo.

De forma paralela, la imagen de extenuación y fin de ciclo que refleja ETA hace que en el frente carcelario -y en el seno de la propia organización- se apueste por la búsqueda de soluciones políticas, bajo la convicción de que la vía de la lucha armada ya no producirá ningún cambio político.

Presiones a las familias

Precisamente, esta falta de capacidad operativa de los terroristas facilita que el debate adquiera intensidad. Según la carta del antiguo jefe etarra, «se va a dar (se está dando ya) un fuerte enfrentamiento interno que en principio debería resolverse antes del verano». El ex dirigente no es optimista. «No tengo duda de que la mayoría de los presos estamos por el cambio de ciclo -terminar con la lucha armada y sus consecuencias para pasar a un ciclo puramente político-, pero sospecho que la cosa no está tan clara en los que ahí fuera hablan en nombre de los presos», agrega en referencia al colectivo Askatasuna.

El interno, sin citarlo, se refiere a las tensiones subterráneas que subyacen precisamente en este entorno. La línea oficial de apoyo a los internos ha multiplicado los esfuerzos para controlar la disidencia, con presiones a las familias de los presos más críticos con el fin de cerrar la vía a cualquier movimiento público en el que se visualice las disensiones.

Sin embargo, no han logrado evitar hechos sin precedentes como que grupos de respaldo a la izquierda abertzale francesa hayan organizado en Muguerre un acto de apoyo a José Luis Álvarez Santacristina, 'Txelis', uno de los ideólogos del fin de la lucha armada y que impulsa este debate en las prisiones. Las coacciones de la izquierda abertzale, además, se producen en un momento en el que el Ministerio del Interior ha impulsado una política activa de acercamiento a cárceles próximas al País Vasco de aquellos detenidos contrarios a la violencia.

Esta iniciativa del departamento dirigido por Alfredo Pérez Rubalcaba está caracterizada por una absoluta discreción, aunque ya se han producido declaraciones de algunos reclusos que han llegado a pedir perdón a las víctimas.

Por otra parte, fuentes de la lucha antiterrorista han asegurada que la referencia al verano como fecha para resolver el debate interno puede deberse a movimientos estratégicos de la banda y de su relación con la izquierda abertzale. En este sentido, no se descarta que esa cita temporal pueda estar relacionada con algún tipo de plazo que los sectores más duros hayan otorgado a los moderados para desarrollar estrategias como la de la acumulación de fuerzas soberanistas.

La carta del preso, en este sentido, reconoce que «lo que sucede en las cárceles es importante», pero relativiza su valor ante la discusión que se pueda estar produciendo dentro de las propias estructuras de la izquierda radical. «Lo más importante», escribe, «es el resultado de esa confrontación ideológica en el seno de la izquierda abertzale y la lucha por el poder que inevitablemente se va a tener que dar».

Proceso de paz

La carta finaliza con un lamento del antiguo jefe de la banda por el nulo papel que juegan los presos en la banda y su manipulación por parte de los dirigentes. «El asunto es que nos hemos convertido en objetos políticos». «Somos el capital polítco y nos utilizan como fuente de legitimación de la línea política».

La reflexión incluye una alusión sobre el fracasado proceso de diálogo y recoge la principal queja de los moderados de la izquierda abertzale, que nunca compartieron la decisión de ETA de romper el diálogo con el Gobierno de Zapatero. El interno afirma: «Hemos sido utilizados en momentos clave como, por ejemplo, hace un par de años, cuando reventaron el proceso de paz en marcha».

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios