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MARTA FDEZ. VALLEJO
Miércoles, 20 de mayo 2009, 12:18
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Incógnita despejada. Cuando José Luis Rodríguez Zapatero anunció la pasada semana que cada alumno de quinto de Primaria dispondría de un ordenador personal en clase a partir del próximo curso, saltó la duda: ¿la medida afectaría a Euskadi, que tiene transferidas las competencias de enseñanza? El Departamento vasco de Educación confirmó ayer que los alumnos de la comunidad, tanto de la red pública como de la concertada, también recibirán sus portátiles a partir de septiembre, después de la reunión que mantuvo el ministro Ángel Gabilondo con responsables de todas las autonomías. A la cita asistió la consejera Isabel Celaá.
Los niños podrán llevarse los ordenadores a casa con un proyecto que beneficiará a cerca de 420.000 estudiantes de 10 y 11 años en toda España. El Gobierno vasco explicó que los equipos serán entregados a alumnos del último ciclo de Primaria y de forma gradual. El programa se extenderá, curso tras curso, hasta cuarto de Secundaria. En todo caso, en Euskadi serán más de 10.000 los escolares que dispondrán de portátil en las aulas el próximo año académico con ese plan que fue aprobado anoche por el Congreso, aunque con una redacción más imprecisa de la que había anunciado el presidente del Ejecutivo. El texto señala que «se acordará con las comunidades autónomas la utilización, en su caso, de sistemas operativos desarrollados en código abierto».
Repartir portátiles es sólo una de las patas del proyecto que trataron ayer en Madrid los consejeros con Gabilondo. La instalación de una pantalla digital, para sustituir las pizarras tradicionales, y la conexión wi-fi completarán las aulas digitales. El ministro detalló que costará 10.000 euros informatizar cada clase y se comprometió a financiar el 50% de ese importe, explicaron fuentes del Departamento vasco de Educación.
«Habrá dinero»
El proceso se lanzará «desde ya». El ministerio se reunirá la próxima semana con los responsables de Tecnología de la Información y Comunicaciones de las comunidades autónomas para conocer las «necesidades y las posibilidades» de cada una y acordar las fórmulas de cofinanciación.
Ni el Gobierno central ni el Ejecutivo vasco albergan dudas de que contarán con presupuesto para afrontar este gasto. «Habrá dinero», destacaron los portavoces del ministerio. La consejería de Celaá también aseguró ayer que cuenta con partidas para acometer el plan desde septiembre. Algunas comunidades como Madrid, sin embargo, apelaron a la «falta de dinero» para pagar los ordenadores. «Con mucho o poco tiempo, es un compromiso de Zapatero, del Gobierno y de este ministro y lo cumpliremos en el plazo señalado», subrayó Ángel Gabilondo.
El ministerio anunció la formación de una comisión en la conferencia sectorial de Educación -en la que participan los consejeros y miembros del equipo de Gabilondo- para que lidere el programa. «Es todo un cambio cultural», describieron ayer desde el departamento vasco. Las denominadas 'aulas 2.0' necesitan un trabajo previo de formación del profesorado y la elaboración de material digital desde las editoriales. «Los ordenadores son una herramienta eficaz, pero no la única. Si se plantea como una medida aislada, pierde su sentido. Con los maestros, los libros... será un recurso más para el aprendizaje», apuntó el ministro.
El pacto de Celaá
El objetivo primordial de la reunión con los responsables autonómicos era presentarles la propuesta del Gobierno de un pacto político contra el fracaso escolar, en el que se incluía esta modernización tecnológica. «Hay una buena disposición de todos para lograr ese acuerdo», señaló el ministro. En el encuentro también se abordaron la educación de 0 a 3 años, la nueva Formación Profesional o el 'proceso de Bolonia'.
Celaá declaró que el interés de Gabilondo de «lograr un pacto para modernizar el sistema escolar», coincidía con su aspiración de conseguir un «acuerdo en Euskadi» para que la enseñanza avance. «Vivimos la experiencia de un consenso, como el que logramos construir en 1993. Sus efectos beneficiosos se han visto, y hoy la educación vasca está en mejores condiciones gracias a aquel pacto escolar». Apuntó que «si somos capaces de lograrlo nuevamente», la sociedad, que reclama cambios en educación para adaptarse a las nuevas necesidades, «lo agradecerá».
La consejera destacó que su presencia en la reunión subraya «una nueva etapa» en la relación del Gobierno vasco «tanto con el ministerio como con el resto de comunidades». «Los esfuerzos compartidos son necesarios para mejorar la enseñanza», enfatizó.
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