Borrar
Un miembro del equipo que rescató a Horrillo. En la otra imagen, el corredor con su libro. / EFE/EL CORREO
La maglia rosa de Horrillo
CICLISMO

La maglia rosa de Horrillo

«Está cansado y le duele la pierna, pero no tiene fiebre ni hay rechazo y va cada vez mejor», cuenta su masajista

J. GÓMEZ PEÑA

Lunes, 25 de mayo 2009, 10:05

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

La maglia rosa se salió el sábado del Giro. Se metió en la bolsa de Joseba Núñez, masajista del Rabobank, y en lugar de ir hacia Bolonia subió a Bérgamo, al hospital donde lleva más de una semana Pedro Horrillo. Desde que voló ochenta metros en caída libre hasta el fondo de un barranco del Culmine di San Pietro, uno de los puertos de aquella octava etapa. Núñez colgó la maglia rosa de Menchov, líder del Rabobank y del Giro, en la percha del suero que decora la esquina de la Unidad de Reanimación que ocupa el corredor vizcaíno. «He salido de allí contento porque he visto que Pedro va cada vez mejor», cuenta Núñez. «Está cansado. Y triste por la situación. Y le duele la pierna. Pero está bien. Ahora sabemos que todo será cuestión de tiempo», pronostica.

Esta semana, el ciclista de Ermua será trasladado al Hospital Universitario de Pamplona. Allí será intervenido de nuevo en el fémur de la pierna derecha, triturado. Y sanarán las costillas que se le clavaron en los pulmones. «No ha habido ningún rechazo tras la primera operación, ni tiene fiebre. Los pulmones van bien...». Núñez le contó a Horrillo cómo va el Giro y, sobre todo, escuchó. La voz de Pedro, trompicada por la mascarilla. «Me ha dicho que se despertó en el hospital. Se asustó. No sabía qué hacía allí ni qué le pasaba». En un chasquido, pasó de tener un dorsal en el Giro a ser un paciente atravesado por tubos y cercado por gente con bata blanca. «Se vio muy apurado». Luego, amortiguado por la sedación, ya le contaron lo de sus fracturas. Y que el cerebro y la médula estaban intactos.

Núñez, ex ciclista profesional, es amigo de Horrillo. Masajista y confidente. Colega. «El sábado nos dio tiempo hasta para bromear un poco». Sonrisa ante el milagro. Una semana atrás, al corredor de Ermua habían tardado casi media hora en encontrarlo tras precipitarse al barranco. Parecía imposible un vuelo así. Y más, sobrevivir. Los médicos bajaron con cuerdas. El helicóptero lo sacó de allí. Los árboles, quizá, le salvaron. Las ramas le rompieron costillas, vértebras y un fémur, pero rebajaron la intensidad del impacto. Hace ya mucho, en la ladera del morte Urko que cae hacia Ermua, tres críos inventaron una cabaña en el tronco hueco de un viejo roble. Eran Horrillo, Igor Astarloa -luego campeón del mundo- y el 'mudito', su amigo sordomudo. Allí aprendieron a hablar de ciclismo. A crecer.

Al hospital de Pamplona

Horrillo estudió Filosofía y, casi sin querer, se hizo corredor profesional en 1998. Contó así aquel debut en su primer artículo publicado en 'El País': «Estoy inmerso en un mundo que era puro mito para mí, pura idealización... Estoy con ellos, hago lo mismo que ellos, a veces pienso como ellos e, incluso, me siento uno de ellos. ¿Soy ya uno de ellos? Un niño se me acerca, papel en mano en busca de la gloria. Y me ofrece la felicidad a precio de saldo. Un autógrafo, una gorra y una sonrisa. A la de tres. ¡Adjudicado! ¿Gracias? No, gracias a ti por darme ese poder».

Ahora, ya con 34 años y ocho victorias en ese mundo mítico del pelotón, iniciará otra etapa desde una camilla de Pamplona. Primero, reedificar su esqueleto, y luego lo que quiera. «Nunca me ha gustado ser ciclista las 24 horas del día. Ni hacer planes de futuro». Ni ser turista de piscina y chiringuito. Mejor, ser viajero. Escuchar, como él hizo, la llamada de África, la tierra de origen de uno de sus dos hijos. Mejor estudiar, escribir y pedalear. Todo es posible.

En aquel primer artículo periodístico, Horrillo citó a Nietzsche, uno de sus guías filosóficos: «En las montañas, el camino más corto es el que va de cumbre a cumbre, pero para recorrerlo hay que tener piernas largas». Poderosas como las suyas.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios