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La consejera Blanca Urgell compareció junto al viceconsejero de Política Lingüística, Ramón Etxezarreta. / BLANCA CASTILLO
Cultura revisará la «cadena de errores» en la creación del Instituto Etxepare
CULTURA

Cultura revisará la «cadena de errores» en la creación del Instituto Etxepare

Blanca Urgell achaca las anomalías en la contratación de personal a «las prisas» de Azkarate, que se saltó los controles administrativos La nueva consejera quiere garantizar un proceso «limpio y claro»

JON FERNÁNDEZ

Sábado, 30 de mayo 2009, 11:50

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Ni el futuro rumbo de EITB, ni los recientes escándalos en los museos Guggenheim y Balenciaga. La nueva consejera de Cultura, la independiente Blanca Urgell, dedicó ayer su primera comparecencia pública sobre su gestión a airear cómo se gestó la «cadena de errores» en la contratación del personal del Instituto Etxepare. Su intención no era sólo dar cuenta de las irregularidades cometidas con su predecesora en el cargo, Miren Azkarate, sino anunciar la revisión del proceso para que todo lo relacionado con el organismo quede «limpio y claro». Preocupada por «las consecuencias negativas» de esos traspiés, Urgell ha decidido abrir «un periodo de reflexión» para estudiar a fondo el procedimiento de selección de nueve de los diez trabajadores de la entidad encargada de promocionar la cultura vasca y el euskera en el exterior. El objetivo de esa inusual medida es «dotar al proceso de las garantías necesarias».

Como avanzó este periódico, el gabinete nombrado por el PNV aceleró la contratación de los empleados en su último mes de trabajo y efectuó sobre la marcha dos importantes rectificaciones. La primera introdujo la obligación de acreditar el dominio del inglés en seis de las plazas después de «un olvido» en la lista de requisitos. El segundo cambio, realizado a un solo día de que se cerrase el plazo de presentación de aspirantes, se tradujo en un recorte en los salarios de hasta 24.000 euros. Se trata de dos «errores humanos» que, a juicio de la consejera, tienen su origen «en las prisas» del anterior Ejecutivo por sacar adelante una iniciativa que no llegó a pasar ni siquiera los controles administrativos habituales en estos casos -informe del área de Función Pública incluido-. Todo el procedimiento se tramitó desde el propio departamento. Y, al parecer, esa insólita decisión facilitó que un simple lapsus de un funcionario -quien calculó el sueldo de la plantilla del Etxepare sobre 18 meses en lugar de una docena- pasara desapercibido a sus superiores.

Doctora en Filología Vasca por la UPV y con un bagaje académico a sus espaldas, Urgell es profesora y carece de experiencia política, pero se enfrentó a su debut ante la prensa con el respaldo de un hombre de larga trayectoria en la vida pública como el ex concejal del Ayuntamiento de San Sebastián y actual viceconsejero de Política Lingüística, Ramón Etxezarreta, que intervino para profundizar en la materia.

Bordar la legalidad

Sin dudar en ningún momento de la legalidad de los trámites, el sustituto de Patxi Baztarrika al frente del área que marcará el devenir del euskera advirtió de que las modificaciones «bordan» lo reglamentario, algo que puede poner en riesgo el proceso. Existen incluso dos recursos de ciudadanos inscritos en el concurso-oposición: uno ante la propia consejería y otro en un juzgado de lo Contencioso-administrativo. «Vamos a esperar. Queremos asegurarnos de que no vuelve a haber una corrección en el Boletín Oficial del País Vasco», avanzó el dirigente. Aún así, Etxezarreta espera que los exámenes se celebren a finales de año para que en 2010 el personal ejerza su labor en una sede provisional en San Sebastián.

¿Se escondía algo detrás de esas urgencias del anterior Ejecutivo liderado por el PNV por contratar a los profesionales del organismo? El nuevo Gobierno socialista prefiere no especular con la posibilidad de que los jeltzales pretendiesen 'colocar' a personas afines, como denunciaron el PP y algunos sindicatos -CC OO y UGT- poco después de las elecciones autonómicas. «Eso habría que preguntárselo a ellos», respondió la consejera en referencia a los nacionalistas. La responsable de Cultura en ningún momento ocultó su malestar por los errores en el proceso, pero se atrevió a descartar que en el trasfondo haya «malas intenciones». «Lo normal hubiera sido seguir los procedimientos administrativos habituales, de modo que la apertura del proceso le hubiera correspondido al actual departamento», recordó a renglón seguido.

En el tramo final de la legislatura, la consejería que dirigía Miren Azkarate aceleró también la concesión de la mayoría de las subvenciones y comprometió así varias partidas, lo que ahora complica el 'peinado' de los presupuestos anunciado por el Gobierno de Patxi López para hacer frente a la crisis económica. En tono jocoso, Etxezarreta enseguida le quitó hierro al tema porque, «probablemente», el actual Ejecutivo tampoco hubiera introducido excesivos cambios en el reparto de las ayudas. «Tiene un punto comprensible el asunto; a nosotros también nos entrarán las prisas cuando lleguemos a los últimos días de legislatura...», bromeó.

Nada se sabe, de momento, del resto de cuestiones o proyectos dependientes de la consejería de Cultura. A preguntas de los periodistas, la propia Blanca Urgell emplazó a todos a una comparecencia prevista para el 30 de junio en el Parlamento vasco para dar cuenta de su programa de legislatura. Sólo dejó caer que tratará de llevar «iniciativas importantes», pero que la «cortesía parlamentaria» de la que habló luego Etxezarreta le obligaba a guardar un prudente silencio.

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