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J. G. P.
Domingo, 31 de mayo 2009, 04:55
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Al partir desde Nápoles, a Di Luca le quedaba una esperanza: ganar en la meta de Anagni, prendida de un repecho, y coger los veinte segundos de la bonificación. Cuestión de sumar y restar. Menchov, el líder, le sacaba sólo 18. Estaba en juego salir el último en la contrarreloj (15 kilómetros) de hoy en Roma. Para Di Luca, inferior en la lucha contra el crono, hubiera supuesto una victoria moral. Alas. Pero Menchov se las cortó mediada la etapa de ayer: en Frosinone, el lugar donde se acabó este Giro. Allí estaba el sprint intermedio, que repartía 6, 4 y 2 segundos. Di Luca salió a por ellos. Pero notó los mil esfuerzos repartidos en veinte etapas. El ruso le rebasó. Y sólo Petacchi, compañero de Di Luca, evitó que el líder se llevara los seis segundos. Se conformó con cuatro, con dos más que Di Luca. Ahí se acabó la carrera, el primer Giro de Menchov, heredero de Tonkov y Berzin. El ganador táctico, calculador y sin fisuras.
De la meta en Agnani ya se ocuparon otros. Di Luca ni entró en la pelea. Sastre tampoco. Ya no quedan etapas para él. Hoy se conformará con ser cuarto: «No acabar en el podio me deja un sabor agridulce. Pero las dos victorias de etapa me compensan un poco».
Caída de David López
A Agnani llegó primero un clasicómano belga, uno de los buenos, Gilbert. Potente en un final agónico, con Voeckler colgado del cogote. Hoy, el Giro acaba con 15 kilómetros cronometrados en Roma. Un gladiador ruso en el Coliseo.
En esa etapa final no estará el vizcaíno David López. Se cayó en el kilómetro 40. Abandonó y fue trasladado a la Clínica Pineta Grande de Castel Volturno. No tiene ni fracturas ni heridas de consideración.
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