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Patrick Burris.
Cae el pistolero de Carolina
detención en eeuu

Cae el pistolero de Carolina

La Policía abate tras seis días de persecución a un asesino que mató a balazos a cinco personas en EE UU

JUAN P. NÓBREGA

Miércoles, 8 de julio 2009, 11:14

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Patrick Burris, el asesino en serie que aterrorizó a Carolina del Sur antes de caer abatido por la Policía el pasado lunes cuando trataba de robar en una casa, era un criminal que había salido de la cárcel en libertad condicional el pasado abril. Las fuerzas de seguridad tratan de esclarecer ahora los motivos que llevaron a este hombre, de 41 años, a asesinar a cinco personas en tan sólo seis días en un pequeño pueblo cercano a Charlotte, la capital estatal.

«La población puede respirar mucho más tranquila», declaró el jefe policial de Carolina del Sur a la vez que se preguntó cómo un delincuente con los antecedentes de Burris se hallaba en la calle. «La Justicia va a tener que explicar por qué este individuo no estaba entre rejas», añadió mientras mostraba un grueso expediente con el historial de robos a mano armada, falsificaciones y otros delitos cometidos en diferentes estados del país.

Los asesinatos comenzaron el pasado 27 de junio tras los disparos efectuados a un granjero de 63 años que se encontraba tranquilamente en su casa. Cuatro días más tarde, una anciana de 83 años y su hija de 50 aparecieron atadas y cosidas a balazos en el domicilio de la madre. Al día siguiente, en una pequeña tienda familiar, un hombre y su hija de 15 años caían también acribillados. El padre murió en el acto mientras la adolescente fallecía dos días más tarde. Las evidencias recogidas en los distintos escenarios y la descripción del vehículo utilizado apuntan a Burris como el único autor de los asesinatos, según las autoridades.

La espiral de muerte desencadenada por este hombre aterrorizó a miles de residentes a lo largo de la frontera entre Carolina del Norte y Carolina del Sur, méritos suficientes para que los medios de EE UU le pusieran la etiqueta de asesino en serie. En una zona donde la ley es muy permisiva en el uso de armas de fuego, muchos empezaron a llevar pistolas para defenderse de un posible ataque y numerosos comercios echaron el cierre en un área rural donde la construcción está muy desperdigada.

Cien agentes

El supuesto asesino movilizó a más de 100 agentes que al final lo cazaron en una casa, a 48 kilómetros del lugar donde cometió su primer delito. Dos personas que estaban con Burris también fueron detenidas, aunque ni han sido acusadas ni hay evidencias de que tuvieran conocimiento de los crímenes.

«Era un individuo impredecible. Provocaba temor. Era muy extraño», afirmó un responsable policial tras recabar testimonios de otros presos, además de analizar la abundante información en su historial delictivo. Con todo, el elemento principal para implicar a Burris en los asesinatos es el arma que usó para atacar a sus víctimas. Las pruebas de balística muestran que la pistola con la que se defendió antes de caer herido mortalmente a manos de la Policía es la misma con la que mató a sangre fría a cinco personas.

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