Honduras

Sí, querido lector, hoy me meto en honduras. Me consta por alguna información recabada en tertulia de terracita que el señor Ibarretxe está siendo recibido, en muchos pueblos de Euskadi como un rey sin trono, al más puro estilo Ricardo Corazón de León. Me han llegado rumores, incluso, de besos en el anillo, vítores, genuflexiones y honores populares propios de un jefe de Estado. El ritual protocolario de las emociones nunca coincide con el del calendario.

Ahora, apelo a su sentido del humor. ¿Se imaginan a Urkullu, embriagado por la fuerza de la nostalgia del pueblo, haciendo un llamamiento a la desobediencia civil? «Desde la cumbre del Gorbea, os animo a seguir el camino que dictan nuestros sentimientos; Ibarretxe sigue siendo nuestro lehendakari. ¡Queda instaurado el régimen sentimental!». Estoy viendo la imagen del líder jeltzale con el señor Ortuzar en segundo plano esbozando su sonrisa pícara acompañados por dos o tres militantes con txapela tamaño XL. Acto seguido se cancelarían todos los vuelos internacionales con España y se crearía el servicio de puentecito aéreo Bilbao-San Sebastián, o Bilbao-Vitoria, en avionetas biplaza sin azafata. Se cortarían al tráfico para los turismos la A8 sentido Santander y la N1 a su paso por Etxegarate.

Los demás partidos nacionalistas se mostrarían cautos a la hora de hacer valoraciones y buscarían un fallo en las formas; sin duda, lo encontrarían. El señor López sería informado por el consejero de Interior, señor Ares, por el método de chivatazo en la oreja, y pondría la clásica cara de circunstancia -concretamente, de despiste- que viene luciendo desde que es lehendakari.

Los futbolistas aprovecharían la coyuntura para organizar un partido de pretemporada de la selección de Euskal Herria contra el Real Madrid, para ver quién de ellos se cambia la camiseta con Cristiano Ronaldo. Los navarros seguirían celebrando sus fiestas patronales y el señor Ibarretxe se enteraría por la prensa al día siguiente. Pasen buen día.