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arte | reino unido

El Museo Británico se va a Abu Dabi

La institución del Reino Unido sigue la estela del Louvre y del Guggenheim y se implanta en los Emiratos Árabes

IÑAKI ESTEBAN

Miércoles, 12 de agosto 2009, 10:31

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El Museo Británico o British Museum, la institución artística con más solera en el Reino Unido, no se quiere quedar atrás y ha conseguido el ingreso en el más novedoso desarrollo cultural del mundo, el que se está construyendo en el emirato árabe de Abu Dabi con la participación de la Fundación Guggenheim de Nueva York y el Louvre de París.

Fueron los británicos los que se acercaron hace 18 meses a los árabes al enterarse de que planeaban la construcción de un museo nacional. El British Museum tiene una extensa colección de objetos de Oriente Medio y una imbatible trayectoria en la organización de exposiciones históricas. Esto es lo que les han vendido a los jeques de Abu Dabi por una cantidad millonaria que no se ha desvelado, pero que servirá para paliar los recortes de presupuesto anunciados por el Gobierno de Gordon Brown a causa de la crisis.

Como el Guggenheim, el Louvre y un auditorio, encargados respectivamente a los arquitectos Frank O. Gehry, Jean Nouvel y Zaha Hadid, el nuevo centro artístico estará en la isla artificial Saadiyat. Y también contará con una estrella de la arquitectura, Norman Foster, que mostrará su maqueta a lo largo de este año. Pero al contrario que sus próximos vecinos no llevará su nombre propio, en este caso el de British Museum, sino el de Zayed National Museum, en memoria del jeque Zayed bin Sultan Al Nahyan (1918-2004), fundador y presidente de los Emiratos Árabes.

Imagen nacional

Abu Dabi nada en dinero procedente del petróleo y ha reservado unos 18.000 millones de euros para la isla Saadiyat, que significa 'felicidad'. El contrato con los británicos es por diez años, en los que prestarán obras de arte, ayudarán a montar exposiciones y llevarán algunas de las muestras celebradas en Londres, como la que en 2008 recreó el vasto imperio romano en la época de Adriano.

Entre los tesoros del British Museum se encuentran 130.000 textos y fragmentos de escritura cuneiforme, la primera manera de escribir sobre arcilla, que se originó en el sur de Irak hacia el año 3300 antes de Cristo y que luego se extendió desde allí al resto de Oriente.

Éste es el tipo de objetos que faltaba en el proyecto de Abu Dabi, después de asegurarse el arte clásico gracias al Louvre y el moderno y contemporáneo gracias a la Fundación Guggenheim. Con todo ello y con algunas atracciones más, como el circuito de Fórmula 1, Abu Dabi quiere situarse como el destino puntero de su área, un futuro recurso para cuando el petróleo no salga con tanta fuerza o se consuma menos.

El museo nacional tratará de proyectar la imagen de Abu Dabi retratado con su mejor pose, y así destacará los perfiles de un país ecológico, cuidadoso con las tradiciones, con un gran pasado y de religiosidad islámica, tolerante con otras religiones.

Esos serán los grandes apartados del centro. En cuanto al medio ambiente, mostrará la flora, la fauna y los extraordinarios recursos minerales del área. De su herencia cultural exhibirá los modos de vida en el desierto antes de la modernización, y los vínculos entre los diferentes grupos de la zona desde la época de los sumerios hasta la actualidad. Un repaso a las doctrinas religiosas en la época de Mahoma constituirá el corazón espiritual del museo.

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