¡Qué bueno que viniste!

En Villalba de Losa son apenas 140 vecinos censados, tal y como apunta su alcalde José Losa, pero ayer la actividad en el pequeño pueblo era frenética pues, no en vano se llegaron a congregar alrededor de 600 personas para celebrar el Día de Argentina.

Inmenso país muy lejano en kilómetros, pero muy próximo en sentimientos para todos los vecinos de Villalba. Y la razón es sencilla, el más ilustre de sus hijos, Juan de Garay fundó, entre otras ciudades, las populosas Buenos Aires y Santa Fe.

Con estos antecedentes se llegó al hermanamiento, y desde hace tres años la localidad burgalesa se convierte en un lugar de encuentro de infinidad de argentinos residentes en la zona norte de España. Con ellos llega el intercambio cultural, con su música y su gastronomía, y también el tiempo de escuchar español con acento más suave.

Llegaron desde Logroño, Pamplona, León, Madrid, Gijón o San Sebastián. Fue la presidenta de la Asociación de Argentinos del País Vasco, Estela Maris García Ardiles, la que valoró como muy positiva la iniciativa. «Nos parece un espacio de encuentro muy interesante y nos gustaría que sirviera para fomentar los vínculos entre argentinos y españoles».

Para llevar a cabo la fiesta se aprovecha que Villalba está en plenas fiestas patronales, en honor de la Asunción y San Roque y, por eso, las actividades comenzaron en la parroquia de la localidad, donde la coral mirandesa Juan de La Encina, participó de modo activo. Además, al acabar el oficio religioso la agrupación musical ofreció un pequeño concierto en la carpa que sirvió también de improvisado escenario para que, principalmente los visitantes, se echaran algún que otro tango.

Color y sabor

El monumento a Juan de Garay, permaneció flanqueado por las banderas de Castilla y León y la albiceleste de Argentina. El azul y el blanco, eso sí, predominaban, y nadie se extrañaba de que con una colonia tan numerosa de argentinos surgieran por todas las esquinas pequeños y mayores con la elástica de la selección de fútbol que ahora dirige Maradona.

Pronto encontraron balones y porterías y, pese al calor improvisaron partidillos; quizás para abrir el apetito y poder degustar, como así lo hicieron cerca de las tres de la tarde el asado que preparó Pablo Rago.

Vino desde Guadalajara para preparar a la parrillas unos costillares. «He venido de fogonero y el asado lo estoy preparando a leña, pura y dura». Sudó lo suyo para darle el punto justo a la comida y su intención era la de conseguir que «de esta manera algunos conozcan de verdad qué es nuestro famoso asado».

Para Rago fue la primera vez y, vista la experiencia, «muy positiva», parece que ya no faltará a las próximas ediciones.

Para el futuro existen ya algunas iniciativas. De hecho, el edil de Villalba apuntó que tenía la intención de «haber organizado algo más grande, un hermanamiento con presencia de gente de Santa Fe, pero este año la famosa gripe ha hecho que se truncarán los planes. Así que será en otra ocasión».

En definitiva, ayer en la mente de todos estuvo Juan de Garay pues gracias a él se pudo celebrar una fiesta definida por muchos como «macanuda».