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El solar de 7.000 metros cuadrados que estaba destinado al palacio de hielo ha generado quejas por insalubridad. / M. ATRIO
De palacio de hielo a palacio de la raqueta
VIZCAYA

De palacio de hielo a palacio de la raqueta

Bilbao Kirolak descarta construir la pista de patinaje en San Ignacio y anuncia, en su lugar, la apertura en 2011 de un complejo «de referencia» dedicado al tenis y al pádel

JOSU GARCÍA |

Miércoles, 21 de octubre 2009, 12:16

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Bilbao ya no tendrá un palacio de hielo en San Ignacio. Los actuales responsables de Bilbao Kirolak han decidido enterrar una idea que heredaron de los anteriores gestores y que hubiera precisado de 18 millones de euros para convertirse en realidad; una inversión extemporánea que no encontró acomodo ni siquiera en años de bonanza económica. El viejo sueño de abrir una pista para el patinaje y el hockey en la capital vizcaína se desvanece después de que el Ayuntamiento se haya gastado 439.000 euros en informes técnicos y en un concurso de ideas. En su lugar, la dirección del organismo municipal de deportes ha decidido revitalizar el polideportivo y construir un «innovador» complejo para la práctica del tenis y el pádel.

Sus promotores han bautizado la iniciativa como el futuro «palacio de la raqueta de Bilbao» y esperan que abra sus puertas a comienzos de 2011. El anteproyecto, al que ha tenido acceso EL CORREO, está prácticamente concluido y dibuja una pastilla de terreno con 12 campos, seis para cada disciplina. La nueva apuesta incluye un elemento atractivo y «de referencia» inédito en Euskadi: se construirán las dos primeras pistas públicas de tierra batida de la comunidad. Hasta la fecha sólo existen canchas con este tipo de superficie en clubes privados.

El ahora descartado palacio de hielo surgió de la mente del concejal José Luis Uribarri (EA). Tras las elecciones municipales de 1999, su partido alcanzó un acuerdo de gobierno con el PNV que incluyó la cesión de la concejalía de Deportes. Antes de acabar la legislatura, el edil convocó un concurso de ideas para avanzar y dar cuerpo al complejo. El certamen lo ganó el arquitecto oscense Juan Coll-Barreu. Y, en la presentación de la maqueta, Uribarri advirtió de que sería una instalación puntera en Europa. «El de San Ignacio va a ser un palacio como sólo hay tres en el continente», se congratuló.

Sin embargo, un posterior informe de viabilidad alertó de que la idea «no sería rentable» sin la ayuda de capital privado. Los costes de mantenimiento se antojaban excesivos. El proyecto entró entonces en vía muerta y dejó en herencia un solar infrautilizado. Los vecinos no tardaron en denunciar la insalubridad de un terreno que ha permanecido más de un lustro sin utilidad.

Seis años después de la presentación del diseño esbozado por Coll-Barreu, la propuesta ha quedado totalmente desechada. «El palacio de hielo se enterró él mismo; no era posible», valoró ayer el actual presidente de Bilbao Kirolak, Jon Sustatxa. «Nuestra política es huir de los proyectos faraónicos y poner en marcha equipamientos realmente útiles y con una demanda social evidente y real», argumentó el edil de EB.

A su juicio, el palacio de la raqueta cumplirá estas premisas, ya que el año pasado «tuvimos 4.985 cursillistas de tenis y 510 personas interesadas en aprender a jugar al pádel». Para el presidente del organismo municipal, la propuesta tiene visos de «convertise en una instalación de referencia». Primero, por el elevado número de canchas: seis de tenis y otras tantas de pádel. En segundo lugar, porque «habrá dos pistas centrales con gradas para que la gente pueda entrar a ver los partidos». Y, por último, por «el plus» que añade la tierra batida. «Jugar en esta superficie es el deseo de cualquier aficionado», precisó el concejal.

Cubierta de paneles solares

El complejo se ubicará en una parcela de 7.000 metros cuadrados. En la redacción del anteproyecto ha participado la ingeniería LKS y se ha contado también con la colaboración del arquitecto Juan Andrés Hernando. Cuenta con varias ciudades deportivas en su currículum «y, curiosamente, es de San Ignacio, así que conoce a la perfección el polideportivo», anticipó Sustatxa.

El proyecto va más allá de las instalaciones dedicadas a los deportes de raqueta y pala. «Vamos a construir un nuevo edificio de control y un pabellón de deporte adaptado». La reforma incluirá, además, la urbanización de una calle central para el disfrute de los acompañantes, así como un cambio de ubicación de la puerta principal. El acceso se trasladará al extremo opuesto, en la calle Arturo Campión, lo que permitirá un enlace más ágil con el metro.

Uno de los aspectos que aún no están definidos es la financiación. El coste estimado se sitúa en 2,5 millones de euros. Bilbao Kirolak cree que podrá afrontar el desembolso con fondos propios, pero también confía en conseguir subvenciones públicas de varios estamentos. Hay muchas esperanzas puestas en el segundo plan de empleo del Gobierno central, que primará aspectos medioambientales. A juicio de los responsables del organismo municipal, éste será uno de los puntos fuertes del futuro palacio de la raqueta. «Tendrá una cubierta de 3.000 metros cuadrados de paneles fotovoltaicos», explicó el edil de EB. Con la energía que se produzca se podrá cubrir una parte importante de las necesidades globales del polideportivo. Además, el nuevo bloque de control contará con los últimos adelantos en este campo y será «sostenible». «Es un proyecto progresista, porque piensa en la ecología y va a prestar servicio a personas que cuentan con discapacidad», concluyó el presidente de Bilbao Kirolak. josugarcia@diario-elcorreo.es

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