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J. L. M.
Martes, 1 de diciembre 2009, 04:22
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«Ahora es cuando más unidos hay que estar». Ángel Aguado, presidente del UD Logroñés, no quiere divisiones y confía en el trabajo de Josip Visnjic: «Las cosas no están saliendo como a él le gustaría». Eso no quiere decir que haya manga ancha con el técnico serbio. «Es triste, pero el fútbol sólo entiende de resultados y si la dinámica continúa habrá que tomar medidas». Pese a ello, Aguado considera que «hacerlo ahora sería precipitado» porque «en los momentos difíciles es cuando hay que mostrar la confianza que se depositó en su persona al inicio de la temporada». Lo cual no quita para que «estemos preocupados. Es lógico, pero no es momento de tomar decisiones a destiempo porque lo que hay que hacer es salir de esta situación».
De hecho, la entidad ya está trabajando. «El siguiente paso es acertar con los jugadores que van a venir. Ésa es la principal medida que vamos a tomar». Reitera que «tenemos que estar más unidos que nunca para buscar soluciones» y que «no hay un culpable, todos lo somos» porque «si nos ponemos medallas cuando todo va bien, todos seremos responsables ahora».
Pero más allá de las sensaciones ofrecidas por el equipo en los dos últimos partidos lo que más le duele a Aguado es que «esta situación sólo ocurre en Las Gaunas, ante nuestros aficionados, ya que estamos jugando mejor fuera». Respecto a la grada es consciente de que «en octubre había una gran ilusión, pero en el fútbol todos sabemos que cuando se sabe quién es el verdadero aficionado es el que viene a los partidos cuando hace frío, cuando anime aunque las cosas vayan mal». Por eso, conmina a los aficionados «para que no abandonen. Sería tirar la toalla antes de tiempo porque hay que pensar que el propósito es consolidarnos y la temporada próxima buscar cotas mayores».
«Mirar hacia arriba»
Aguado considera que «como estaba la clasificación y teniendo dos partidos en casa era el momento de dar un salto en la tabla, de colocarnos entre los diez mejores y mirar más hacia arriba que hacia abajo». Sin que sirva de excusa, añade que «los de arriba son los que tienen menos presupuesto, pero mantienen la base de años anteriores. Somos nuevos en la categoría, hemos fichado mucho y es difícil que salga perfecto en el primer año».
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