«Es casi una pena que llegue el parón ahora»

Después de que acabara el partido en el terreno de juego del Racing de Ferrol llegaba el momento de descansar. Y tras una nueva victoria, circunstancia que siempre es bien acogida, el técnico rojillo, Julio Bañuelos, comentaba en tono relajado y distendido que «es casi una pena que ahora que estamos en racha y que los jugadores se están divirtiendo, llegue el parón».

Un descanso, por supuesto merecido y que se hace presente cuando el bloque está en el mejor momento de juego y de lo que en la competición es, cuando menos, más valorado, de resultados. Los rojillos parecen haber encontrado la fórmula para ir asentándose de modo definitivo en la Segunda B, desconocida para muchos y que se inició con algunos titubeos.

El Mirandés está en un momento dulce porque llegan a disfrutar sobre el terreno de juego «porque conjugan eso con una gran capacidad de sufrimiento. Son unos jugadores con mucho carácter que ahora ven el resultado del trabajo que llevamos haciendo desde hace mucho tiempo». Algo que para Bañuelos es fundamental y que le hace sentirse «tremendamente orgulloso de todo el equipo».

Y más aún lo estará si el bloque sigue manteniendo la misma dinámica y la misma «personalidad». Algo que para el técnico rojillo no debe perderse nunca. «Ganaremos o perderemos, pero lo que no tendremos que permitir nunca es perder nuestro estilo. Jugamos como un bloque y esa es la verdadera clave».

Los resultados están llegando, pero aunque los aficionados «tienen derecho a soñar», el grupo debe mantenerse «alerta porque aún no hemos conseguido nada».

Queda menos

Eso si, por muy poco dado que sea Bañuelos a echar las campanas al vuelo, no puede menos que admitir que ya queda menos para alcanzar el primer objetivo marcado al comienzo de la temporada. «Falta mucho, y habrá momentos muy complicados, seguro, pero estamos en la buena dinámica para poder conseguir la permanencia. Tenemos 29 puntos, que no está mal, pero no hay que perder de vista los 45 que consideramos todos necesarios».

Sin duda cuando se hace un repaso a las estadísticas, a las cifras que aparecen ahora mismo en la clasificación, todo el entorno rojillo se frota las manos y certifica que el equipo se toma unas merecidas vacaciones después de haber hecho los deberes. «Creo que al comenzar la Liga todos habríamos firmado estar en esta situación. Hace dos meses se nos antojaba complicado, pero ahora nos vamos satisfechos».

El descanso para toda la plantilla ya está aquí y en esta época de deseos y en la que tanto se reitera lo de a año nuevo, vida nueva, Bañuelos lo que quiere es que el 2010 «comience como termina el que ahora se va. Hemos acabado con un broche perfecto y todos abogamos por seguir igual».

Si el último partido ha sido contra un equipo gallego el reencuentro lo será contra otro de la misma Comunidad. Quedan días para que eso ocurra y en estas jornadas para disfrutar, Bañuelos también va a tener la mente en situaciones más preocupantes. Al igual que jugadores y el resto del cuadro técnico regresó con sabor agridulce por la lesión de Senel.

«En un principio no tenía muy buena pinta, no somos muy optimistas y, desearía equivocarme, pero tendremos que esperar un poco para saber qué es lo que pasa».

Bañuelos lamentó que el delantero «no está teniendo ninguna suerte esta temporada. Ojalá que esto se quede sólo en un susto y, si por desgracia se confirmara que es grave, le vamos a dedicar las victorias».

Para el resto, descanso pero con medida. El técnico ha puesto tarea a sus pupilos para que «nadie llegue sobrado de peso». Confía en que también estos deberes los van a hacer y podrá después darles una «buena calificación, seguro».