Borrar
El debate electoral de EL CORREO con los candidatos, en directo a las 11.00 horas
El surrealista juicio a Otegi
audiencia nacional

El surrealista juicio a Otegi

«La Sala no ha entendido ni papa», dice la juez por los problemas de traducciónMientras el proceso se aplaza hasta saber qué dijo el ex líder radical en euskera, los internautas crean un club de fans de la magistrada

MELCHOR SÁIZ-PARDO

Viernes, 29 de enero 2010, 09:04

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

La Audiencia Nacional vivió ayer una de las sesiones más surrealistas de su agitada historia. Fue durante la vista contra Arnaldo Otegi y otras dos personas por participar en el homenaje en 2005 al etarra José María Sagarduy. Las pruebas de cargo contra el ex portavoz de Batasuna, las declaraciones en euskera recogidas en el vídeo del acto grabado en Amorebieta, contra lo que cualquiera pudiera pensar, no habían sido traducidas en estos cinco años y tuvieron que ser transcritas sobre la marcha.

Y ahí comenzó el sainete. La intérprete hizo una traducción poco exacta y muy confusa. Los abogados de las defensas se quejaron una y otra vez y al final la presidenta del tribunal, Ángela Murillo, locuaz como siempre, resumió la situación con su naturalidad castúa: «Es evidente que la sala no ha entendido ni papa». Murillo, que en la primera sesión del juicio ya espetó un «como si quiere beber vino» a la defensa de Otegi cuando pidió permiso para beber agua, tuvo que suspender la sesión para buscar el auxilio de dos intérpretes más, que hoy intentarán descifrar si lo que dijo Otegi es acusación suficiente como para que se siente en el banquillo. Inédito.

La letrada de la defensa, Jone Goirizelaia, expresó su «protesta» por el hecho de que la Fiscalía y las acusaciones populares, Foro de Ermua y Dignidad y Justicia, «basen sus acusaciones» en un vídeo cuyo contenido no conocen. «Vamos a traducir esto y luego veremos lo que hacemos», apuntó Murillo ante el guirigay que se organizó en la sala de vistas a cuenta del vídeo y de la versión muy personal de la traductora. «¿Tiene usted la completa seguridad de que (su traducción) corresponde a la realidad?», llegó a preguntar a la interprete, para entonces presa de un bloqueo total.

«Si sabe euskera»

Las quejas se intensificaron cuando la magistrada ordenó congelar la imagen para que la azorada joven revelara el contenido de unos carteles en euskera que se veían en el acto. Los abogados aseguraron que su traducción no se correspondía con la realidad. La magistrada pidió entonces a los letrados que explicaran el significado de las pancartas. Éstos se negaron. «No es labor de la defensa, sino de la intérprete si sabe euskera», respondieron.

La traductora, que el miércoles ya tuvo que aguantar las críticas por su deficiente traducción a una de las procesadas, que terminó declarando en castellano, se derrumbó y pidió perdón a los abogados. Momento en que afloró la vena más maternal de la juez: «Usted no tiene por qué pedirle perdón a nadie», le dijo. Pero lo cierto es que la presidenta no estaba nada contenta con su trabajo, como confesó por lo bajo, aunque su comentario fue recogido por los micrófonos, a otra de los miembros del tribunal, la magistrada Teresa Palacios.

A todo esto, tuvo que ser el abogado Kepa Landa el que advirtiera al tribunal que buena parte del jaleo se estaba produciendo sin que la fiscal del caso, Blanca Rodríguez, estuviera en la sala, pues se había entretenido tras el receso para dar tiempo a que la intérprete hiciera la traducción de la grabación. El ambiente de desorden contagió al público. Familiares y amigos de Otegi y del resto de los procesados jalearon a los imputados con gritos como «Aúpa Arnaldo». La respuesta de Murillo fue prohibir la entrada al público en la sesión de hoy. La magistrada emplazó también a la defensa a que presente su perito-traductor en esta jornada para analizar las palabras de Otegi, a lo que Goirizelaia respondió: «No es que quiera poner pegas, pero no sabemos si nos dará tiempo y no queremos comprometernos». Murillo se limitó a replicar: «Hombre, si fuera 'El Quijote', pero para un trocito...».

El surrealismo llegó a límites insospechados en otro receso en el que las magistradas Palacios y Murillo preguntaron a Goirizelaia sobre la suerte de sus patrocinados Jon Enparantza y Estanislao Etxaburu, que se han negado a comparecer y que desde el miércoles se encuentran en busca y captura. Las dos jueces se quedaron boquiabiertas cuando la letrada respondió que ambos están localizables en sus casas y en sus respectivos trabajos sin que nadie haya ido a detenerles.

El único punto serio a la sesión lo pusieron los periodistas de EL CORREO, El Mundo y Gara, que se ratificaron en los artículos que escribieron en su día sobre el homenaje y confirmaron que las frases entrecomilladas de sus informaciones respondían a declaraciones textuales de Otegi. También declaró la compañera sentimental de Sagarduy, Concepción Luna, quien negó que se tratase de un homenaje, sino de un «acto político» para reclamar la libertad del preso.

En medio de esta situación, no parece extraño que los usuarios de la red social Facebook hayan comenzado a movilizarse. Varios de ellos han creado un club de fans de la juez, nacida en Almendralejo y primera magistrada que, hace 17 años, llegó a la Audiencia Nacional, en homenaje a su carácter resolutivo y su frase «como si quiere beber vino», dirigida al ex líder radical.

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios