La Guardia Civil desmantela una red de tráfico de hachís y detiene a 26 personas

La Guardia Civil, en colaboración con las policías británica, portuguesa y francesa, ha desmantelado una red internacional de narcotráfico que enviaba hachís oculto en palés de folios desde Sevilla hasta el Reino Unido, para su venta en Europa, y ha detenido a 26 personas de siete países distintos. En la operación "Pippers", realizada en Sevilla, Málaga, Badajoz, Madrid, Barcelona, Reino Unido, Irlanda y Portugal, se han intervenido 15.270 kilos de hachís, cinco naves industriales, 17 vehículos, cuatro máquinas para envasar al vacío la droga, dos pistolas y más de un millón de euros de una trama inmobiliaria en Badajoz que servía para blanquear el dinero.

El delegado del Gobierno en Andalucía, Juan José López Garzón, y mandos de la Guardia Civil han informado hoy en rueda de prensa de este "brillantísimo" operativo, que se desencadenó al detectarse el envío de esos palés al Reino Unido y cambiarse en ellos la droga, con una "entrega controlada" y sin levantar sospechas, por albero, ladrillos y viejos Boletines Oficiales del Estado ocultos entre los folios. Tras iniciarse en octubre de 2005 una "importante y meticulosa" investigación, según el delegado, los agentes detectaron el envío de 4.500 kilos de hachís en una agencia de transporte de Sevilla, ajena a la organización, donde sacaron en una noche la droga y metieron otro material en el mismo lugar sin que se dieran cuenta los traficantes.

La droga se preparó en una nave industrial de Alcalá de Guadaira (Sevilla) y fue el primer envío aprehendido en esta "importantísima actuación", recalcó el delegado del Gobierno, quien ha señalado que la Guardia Civil considera la más importante contra el narcotráfico hecha en toda la historia en Sevilla y de las más destacadas de Andalucía. López Garzón y el jefe de operaciones de la Guardia Civil en Andalucía, teniente coronel Juan Roldán, han explicado que el "cambio" se hizo en presencia del juez, que autorizó esa entrega controlada en el puerto de Windermerer, entre Inglaterra y Escocia, donde, tras "momentos de inquietud", aparecieron finalmente los destinatarios de la droga.

Se hizo un seguimiento al camión desde Sevilla hasta ese puerto británico, atravesando España y Francia, y fue necesaria la "buena e importante colaboración" de la Policía Judicial francesa y agentes del SOCA británico, que detuvieron, junto a la Guardia Civil, a tres ciudadanos del Reino Unido, de entre 42 y 63 años.

Investigación en ciudades españolas

A partir de ahí siguió la investigación en Málaga, Sevilla, Badajoz, Madrid y Portugal, y se intervino en otra nave de Alcalá de Guadaira 7.200 kilos de hachís preparados para su envío, un camión, una furgoneta, un coche y otros efectos, con un inglés, un español y un marroquí detenidos, de entre 48 y 35 años. La Policía detuvo a otros siete miembros de la organización internacional en Málaga, Marbella y Fuengirola, dada la información proporcionada por la Guardia Civil, que arrestó a siete personas más -cuatro españoles, un colombiano y dos portugueses, de entre 43 y 23 años- en otra nave de Sevilla, donde se incautó de 3.570 kilos de hachís. Tras registros en Madrid y Badajoz, se requisaron más de un millón de euros, dos pistolas y documentación de inmuebles relacionados con esa organización, que tiene alguna relación con otras cuatro similares desarticuladas en Sevilla y cuyo "jefe" era uno de los dos sevillanos detenidos.

El delegado del Gobierno y el teniente coronel afirmaron que la operación no está cerrada al investigarse si la trama inmobiliaria de blanqueo del dinero, centrada en Badajoz, se extiende a otros puntos. Precisaron que el "modus operandi" era hacerse con la droga en la costa andaluza, acopiarla en Málaga y transportarla al polígono La Negrilla de Alcalá, donde aquí y en más naves de Sevilla se preparaba y envasaba al vacío en el centro de palés con folios para su envío a Inglaterra, mientras que en Badajoz blanqueaban el dinero del narcotráfico y habían adquirido numerosos locales y pisos.

En Fuenlabrada (Madrid) mantenían una segunda línea de naves para más envíos al Reino Unido de esta organización delictiva, que además preparaba cambiar sus métodos de ocultación del hachís para meterlos en macetas, carátulas de vídeo y frutas en futuros envíos. También se servían para ello de varias empresas, entre ellas una de alquiler de vehículos y una inmobiliaria, y la Guardia Civil calcula que desde 2003 este entramado ha podido enviar por esta vía más de 200.000 kilos de hachís a Europa.

Las detenciones se han practicado en Windermere, Marbella, Alcalá de Guadaira, Sevilla, Málaga, Fuengirola y Badajoz, y entre los 26 arrestados hay nueve españoles, tres marroquíes, un francés, cuatro británicos, un colombiano, tres portugueses y una bielorrusa.